Victoria Álvarez profundiza en su literatura seducida por el siglo XIX

A Victoria Álvarez (Salamanca, 1985) le cautiva todo lo que tenga ver con la época victoriana. Es historiadora de arte, imparte clases sobre coleccionismo, gestión de museos y espacios culturales en la Universidad de Salamanca y está especializada en literatura del siglo XIX, su época favorita que le lleva a identificarse con modas, ambientes y personajes que luego pueblan sus novelas. Publicó en 2011 Hojas de dedalera y Las eternas al año siguiente, y acaba de presentar El sabor de tus heridas, novela que cierra la trilogía que inició con Tu nombre después de la lluvia y Contra la fuerza del viento.

Se resiste a ser encasillada dentro del género fantástico por más que en muchas ocasiones se la presente como un referente del steampunk, un enfoque literario que nutre sus historias de ciencia ficción del ambiente de la época victoriana y la segunda revolución industrial. «Mi literatura tiene de todo, escribo novelas de misterio, de componente gótico, con temática de fantasmas, del mundo de ultratumba enlazadas con historias de amor y trama detectivesca», refiere la autora salmantina.

«Soy una escritora bastante rápida», responde cuando la presentan como una joven escritora que ha publicado cinco novelas. «Tardo entre tres o cuatro meses en escribir un libro, pero la planificación puede llevarme dos o tres años. En este caso tenía claro cómo iba a terminar la trilogía. Fue un poco la evolución natural de las historias anteriores a partir de tres personajes que tienen en Oxford un periódico dedicado a temas paranormales y se trasladan a Irlanda a investigar el caso de un espíritu femenino del folclore irlandés. De eso trata el primer libro, en tanto que en el segundo ubica la intriga en un barco hundido en el Missisipi».

La última obra que cierra la trilogía ofrece una trama que gira en tono a un secuestro y un pacto con el diablo que abre el apetito de los lectores ávidos de misterio. «La novela toca bastantes palos; yo siempre he escrito lo que a mí me hubiera gustado leer. El retrofuturismo es una manera de imaginar, de coger una época histórica como la victoriana, invitando a imaginar qué hubiera sucedido si la revolución industrial hubiera avanzado de manera mucho más potente, con inventos y cambios históricos y sociales que no llegaron a producirse».

Atribuye su pasión por el siglo XIX a que todo lo que ha leído está relacionado con ese tiempo. «Hice la tesis sobre literatura artística de ese siglo y, al trabajar durante siete años con esas coordenadas históricas y familiares, llega un punto en el que te familiarizas con la manera de pensar de aquel tiempo, con las inquietudes y los acontecimientos sociales que se vivieron».

Asegura no tener un perfil definido de lector al que se dirige y que cuando escribe lo hace pensando en lo que a ella le hubiera gustado leer.

«Cuando sacas un libro no sabes cómo va a reaccionar la gente; yo me sigo sorprendiendo cuando veo que algo que he hecho le gusta a más personas. Creo que mis lectores oscilan entre los 16 y los 40 años, aunque los lectores que me escriben diciendo que les gustan mis libros son muy variados en edad y circunstancias». Es consciente Victoria Álvarez de que buena parte del éxito de sus novelas se deben al boca a boca. «En Internet afirma la reacción ha sido fantástica».