El rey del bosque, de Iban Barrenetxea.

Iban Barrenetxea presenta a su 'rey del bosque' en el ciclo 'Letras con LAVA'

El ilustrador conversará con sus lectores en la sala Concha Velasco a partir de las 19:00 h. este jueves

Victoria M. Niño

Miércoles, 14 de enero 2015, 19:01

Dibuja flacos líquidos y gordos contundentes. Esos personajes acogen su única licencia esperpéntica dentro de un estilo muy anglosajón. Iban Barrenetxea, ilustrador y escritor, participa este jueves a partir de las 19:00 en el ciclo Letras con LAVA. Junto con la editora de A Buen Paso, Arianna Squilloni, presentará su último álbum El único y verdadero rey del bosque. Es el tercero en el que ejerce de «padre y madre», en el que habla desde la palabra y desde el dibujo. El primero fue Bombástica Naturalis y el segundo, El cuento del carpintero.

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«El álbum se identifica como medio propio del público infantil pero no los hacemos pensando en niños. De hecho la ilustración se está redescubriendo como forma de embellecer, decorar, comunicar a través de objetos e historias», dice quien ha firmado etiquetas de botellas de aceite, trabaja en un dibujo para un puzzle y recuerda que hasta se dibuja para aplicaciones de teléfonos. El mundo «ha vuelto al dibujo» tras años de monopolio fotográfico.

Entre las novedades editoriales de esta navidad, estaba La cata, (Nordica), un texto de Roal Dahl ilustrado por Barrenetxea. «Es un autor con muchas referencias a los sentidos». No sabe si fue su gusto por lo británico lo que determinó que le dieran clásicos ingleses para ilustrar o al revés, su estilo atrajo a los editores. «Me apasionan los clásicos ingleses y quizá eso influye en mi estilo, lo que quizá provoca que me los ofrezcan más. Son trabajos que acepto con mucho gusto porque me gustan esos textos, su humor. Mi estilo se ve más en los ambientes, en los toques de ironía».

Diseñador gráfico hasta 2010, al comienzo de esta década se lanzó a lo que siempre quiso hacer, ilustrar obras literarias. «Mi salto fue tardío porque vivir de ello me resultaba muy abstracto. Lo hice cuando surgió la oportunidad. En la década pasada yo colgaba algunos trabajos en mi blog y me llamaron varios editores para proponerme cosas y decidí atreverme».

Ha acompañado las palabras de Carroll, James, London, Conan Doyle...«Cuando son clásicos dejo que me influyan las referencias que les rodean, lo que han hecho los demás que también pesa en el lector. Sin embargo, cuando ilustro mis textos tengo más libertad y eso hace más difícil crear de la nada, no hay referentes». Desde 2010 no ha parado de publicar álbumes, ilustraciones, portadas, y de recoger premios. «Vivir de esto es complicado. Me interesa el mundo del libro pero cada vez acepto más trabajos de dibujos sueltos. Los reconocimientos y premios te sirven como impulso de los lectores y los editores, pero eso no significa ninguna seguridad económica, esa es una pelea diaria que la vives en cada trabajo».

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