Ilustración de Simler para 'Las ideas son criaturas extrañas'.

Literatrua infantil y juvenil

Un zoo para saber de la cabeza

Isabelle Simler muestra el mundo del pensamiento en 'Las ideas son criatruas extrañas', mientras José María Merino da una vuelta al Ratón Pérez y Alejandro Pedregosa acerca la figura de María Moliner

Victoria M. Niño

Valladolid

Sábado, 15 de abril 2023, 00:25

¿Cómo explicar a los niños un concepto tan abstracto como el pensamiento? A esa pregunta responde 'Las ideas son criaturas extrañas', el álbum multipremiado de Isabelle Simler que traduce Thule.

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Recurre al universo animal para dibujar lo ambiguas y escurridizas que son las ideas, difíciles de atrapar como las gacelas. Cuando parecen estar al alcance de la mano, cambian de forma, serpentean entre las certezas. El cazador puede acercarse como un martín pescador, con aparente desgana, y lanzarse en picado pero al tocar el agua, de nuevo se va. Todos estos movimientos son llevados al papel por Simler con ágil trazo y juego de fondos contrastados, oscuridad y luz.

La autora va acercando el relato, de consideraciones generales a la experiencia con sus ideas en el proceso creativo. De nuevo los animales y el paisaje son protagonistas y escenografía de su espera, desvanecimiento y hallazgo. Las hay barrocas y retorcidas como las conchas de caracoles, titubeantes como conejos, audaces como lechuzas. Isabelle las persigue en el bosque, las llega a acariciar y termina por atraparlas en un desarrollo gráfico sinuoso, juguetón, expresivo y precioso.

Entre los numerosos álbumes que pueblan cada semana las librerías no hay tantos en los que la relación entre forma y mensaje, entre expresión visual y narración, sea tan ajustada. 'Las ideas son criaturas extrañas' lo demuestra desde la propia portada y contraportada. Este evocador libro para primeros lectores retoma la ejemplificación en el mundo animal de una novedosa manera.

Universo Ratón Pérez

José María Merino siempre ha reservado tiempo de su pluma para el público infantil y juvenil. Estudioso y antólogo de cuentos clásicos, también los escribió para sus hijas y a su nieta Ana dedica 'En el país de Lindrabrina y Ratón Pérez' (Siruela). Da una vuelta a la historia del roedor que recoge los dientes de los niños y recompensa la pérdida. Pérez tiene puerta propia en el rodapié de la casa de la protagonista y a través de ella se inicia la aventura de un grupo de niños que se ganan la confianza del hada Lindrabina. Una vez en su país, los niños dibujarán paisajes y jardines, enseres y habitaciones. Como el espejo de Alicia, la puerta es el límite entre el mundo de los adultos y el de esta banda de infantes que luchan contra la intrusión de los electrodomésticos que amenazan a los ratones.

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Moliner, mujer hecha de cierzo

Avanza la colección de Kalandraka en dar a conocer excepcionales mujeres españolas del siglo XX en álbumes a modo de cuadernos. A María Zambrano, le sigue María Moliner, 'La cuidadora de palabras'. Filóloga, bibliotecaria, «mujer hecha de cierzo», fue alumna de la Institución Libre de Enseñanza casi a la vez que maestra de otros jóvenes para ayudar a su madre. Primera profesora de la Universidad de Murcia allí conoció al físico que sería su marido, con quien tuvo cuatro hijos. En Valencia fue nombrada vicepresidenta de las Misiones Pedagógicas lo que le obligará al exilio interior tras la guerra. La discreta vida de bibliotecaria en la Escuela de Ingenieros de Madrid la permitió abordar la obra de su vida, el 'Diccionario de uso del español'. Rafael Lapesa y Dámaso Alonso la proponen para ingresar en la RAE. La mayoría de la bancada se lo negó. Alejandro Pedregosa cuenta la historia de Moliner, aragonesa excepcional, con rigor y encanto.

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