

Secciones
Servicios
Destacamos
La historia de Hana es la de algunas decenas de mujeres en las montañas de Albania.Para evitar un casamiento de conveniencia y poder ganarse ... la vida travestían su nombre, sus ropas, sus costumbres. Elvira Dones novela en 'Virgen jurada' la vida de una de ellas que, durante tres lustros fumó, caminó y trabajó como Mark, el hombre que se hizo cargo de la hacienda familiar cuando su tío viudo enferma.
A una mujer no le permitían desplazarse sola para comprar los medicamentos que su pariente necesitaba. Hana, estudiante universitaria en Tirana, enterró su identidad para ser el hombre que podía tomar las riendas de la casa. Se cortó el pelo, usaba solo pantalones, oscureció su voz con el tabaco y el raki y se convirtió en Mark. El juramento de castidad ante su comunidad completó el proceso.
Elvira Dones. Errata Naturae. 278 páginas. 22 euros
A esta renuncia liberadora del un emparejamiento no deseado y encadenante a un sino sobrevenido que le privaba de sus deseos y sueños dedica Dones esta novela, que también es una película documental, traducida ahora por Errata Naturae.
«Si eres mujer, y de Albania, y montañesa, y eres católica y a tu Cristo culpable lo han desterrado los comunistas, no te queda más remedio que olvidar los horrores que te han obligado a tragar por la fuerza vendiéndotelos como vida», reflexiona Hana ya en el exilio, tras quince años pensando como un hombre de puertas para fuera y como una mujer en su casa.
Dones cuenta en la primera parte de la novela la mutación de Hana en Mark desde 1986 y en la segunda, la recuperación de su feminidad en Estados Unidos, donde comenzará su nueva existencia con la familia de su prima Lila en 2001. La lectura era el refugio de Hana. Los libros fueron las alas que le devolvían al mundo que dejó en la Universidad, a aquel chico que se la insinuó y al que rechazó, a las infinitas posibilidades que las montañas y la clandestinidad le privaban.
Los libros serán maldecidos por Lila. En la nueva vida americana, urge a Hana a recuperar a la joven deseable que fue, a que aprenda a arreglarse, a llevar falda y zapatos de mujer. Es el paso previo para buscar trabajo y lograr su independencia.
Pero el proceso interno es más complicado. A su condición de emigrante añade tener que desperezar lo que quiso ser y contrastarlo con lo que puede ser a sus 38 años. El puesto de vigilante en un parking le abrirá los ojos a gente nueva, a formas distintas de estar en el mundo, a relaciones de iguales que nunca tuvo. La identidad es el gran tema sobre el que sobrevuela la reflexión de Elvira Dones.
Con un prefacio de Alana S. Portero y una cita de Roberta Marrero –«ser travesti es: desaparecer para existir»–, la editorial resitúa esa reflexión con dos escritoras transgénero en un debate que nos resulta más cercano.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.