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La verdad de los seres ajenos

La verdad de los seres ajenos

Camus demuestra su sabiduría traspasando el bosque literario de Delibes a otro de sobreentendidos, gestos, silencios. Es el cine del mostrar frente al libro del decir, con Francisco Rabal a la cabeza

Jorge Praga

Valladolid

Viernes, 12 de febrero 2021, 09:48

En una secuencia de 'Los santos inocentes' la dueña del cortijo, una estirada marquesa interpretada por Mary Carrillo, pasea por su finca acompañada de su hija. Se acercan a la verja que guardan Paco el Bajo y la Régula. Azarías no anda lejos, y llama ... la atención de la marquesa: «A ti no te conozco. ¿De quién eres tú?» Y se vuelve a la Régula: «¿No estaría mejor recogido en un centro benéfico?» Azarías se quita la boina y trata de explicarse: «Yo vuelco los geranios todas las mañanas y a la anochecida salgo a la sierra a correr el cárabo para que no se meta en el cortijo». «Correr el cárabo, ¿de qué está hablando?», inquiere la marquesa a la Régula con mueca de asco. «El Azarías no es malo, señora. Solo es una miaja inocente».

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