Había llegado a ese punto de emoción… Saliendo de Santa Croce, me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme». Stendhal describe así el apasionado descubrimiento de la belleza ante una obra de arte, La Santa Croce de Florencia y su espectacular conjunto artístico.En este caso, la visión es arquitectónica, pero puede suceder ante la contemplación de la fuerza contenida del 'David' de Miguel Ángel, la enigmática sonrisa de 'La Gioconda', o la contundencia de 'La Consagración de la Primavera'. El secreto del arte es la capacidad de emocionar sin necesidad de un discurso articulado, sencillamente por encontrarnos ante una manifestación de la belleza. La arquitectura es un arte vivo porque, más allá de su contemplación, se habita y su formalización responde a valores, que reconocemos con posibles premios.
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Vitruvio fue el primer arquitecto que definió los valores de la arquitectura, sus «firmitas, utilitas y venustas» siguen vigentes, pero, en nuestro mundo global amenazado por la crisis climática, a la arquitectura se la plantean nuevas exigencias que contribuyan a optimizar la demanda energética y a reducir la huella de carbono, principal inductora del cambio climático.
Como los edificios vienen a suponer el 30% de la demanda energética, se pretende reducirla mediante sistemas pasivos (mejorando el aislamiento), reduciendo la huella de carbono de los materiales (buscando proximidad y simplificando su preparación) y la incorporación de energías renovables (energía solar térmica y fotovoltaica, aerotérmica, geotérmica…).
Básicamente, se trata de una cultura de rehabilitación y de proyectar lo nuevo conforme a recursos que reducen la huella de carbono. Por ello, predomina la técnica constructiva, respecto a la libre creatividad del proyecto. La preocupación ambiental hace tiempo que es asumida por la Arquitectura, de modo que los premios Pritzker, los más reconocidos, hace años que comparten su apuesta entre «arquitectos estrella» y perfiles de mayor compromiso social y ambiental. Así ha sucedido con los casos de Francís Kérè (2022), Balkrishna Doshi (2018), Shigeru Ban (2014) o el actual presidente del jurado Pritzker: el chileno Alejandro Aravena (2016).
Las nuevas demandas han llevado al Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España a definir una nueva filosofía de valores arquitectónicos en los Premios de Arquitectura 20-21, entregados este verano. A continuación se reflejan las seis nuevas categorías con sus obras premiadas y tres premios principales. El tiempo será el mejor juez para estos seis nuevos valores. Además, se reconoció la trayectoria profesional de Carmen Pinós Desplat y Carlos Puente Fernández, sobradamente merecedores de ello.
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PREMIO DE ARQUITECTURA 2021: '85 Viviendas Sociales en Cornellá', Arquitectos: Marta Peris Eugenio, José Manuel Toral Fernández.
Es la máxima distinción. El edificio desarrolla soluciones constructivas actuales, de bajo impacto, y reduce la huella un 55% menos que un edificio convencional. El conjunto facilita el sentido de comunidad de los vecinos y se articula respecto a un patio central con cuatro núcleos de acceso. Todas las fachadas desarrollan balconadas corridas, como espacios de transición a lo privado. Su estructura de madera laminada modula la distribución según una cuadrícula (módulos de unos 13,00 m2) y tres crujías; la central funciona como distribuidor y, aunque no tiene luz natural directa, aloja la cocina-comedor y el núcleo de aseo. Los módulos de crujías exteriores alojan dormitorios o la zona de estar. Los programas de vivienda se generan por adición-reducción de módulos y crean un nuevo sentido del espacio doméstico. Son unas viviendas sociales con excelentes acabados.
PREMIO DE URBANISMO ESPAÑOL: 'Agrociudad Gagarine Truillot, Ivry-sur-Seine' (Francia) Miquel Àngel Lacasta i Codorniu, Carmen Santana Serra, Marc Chalamanch i Amat (Atelier Archikubik).
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Agrociudad es un ejemplo modélico de regeneración urbana integral de un barrio de vivienda obrera próximo a París, respecto a la edificación, y por la reasignación y mixtura de usos, en la apuesta por la adaptación y mitigación al cambio climático. En el ámbito de la planificación, desarrolla metodologías de participación ciudadana para apoyar la introducción de la economía circular en un barrio con problemas ambientales, e introduce auténticos paisajes agrícolas en el medio urbano, dentro de una red que prima la movilidad peatonal, y propone actuaciones que construyen una memoria colectiva durante el tiempo de ejecución del plan.
PREMIO A LA PERMANENCIA sobre edificios construidos hace tiempo y reconocidos sobradamente.
Se dilucidó entre el 'Palacio Euskalduna de Bilbao', proyectado por Federico Soriano Peláez y María Dolores Palacios, El 'Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira', de Juan Navarro Baldeweg y el 'Aulario 3 en la Universidad de Alicante', de Javier García-Solera Vera. Resultó ganador el último, pero veo innecesaria la competencia entre estas tres obras relevantes, de modo que estimaría oportuno premiar a las tres y expresar su reconocimiento, como merecedoras de cierta protección patrimonial.
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PREMIO SOSTENIBILIDAD Y SALUD. 'Acondicionamiento de los espacios públicos de la Explanada del Horizonte, en Porticelo, Pontevedra. Arquitecta:María Fandiño Iglesias.
Propone u na recuperación del paisaje con un proyecto esencialmente sostenible, que es regenerado con materiales del mismo entorno.
PREMIO NUEVA BAUHAUS. VALORES CULTURALES Y ARTÍSTICOS. 'Museo de arte contemporáneo Helga Alvear, Cáceres'. Arquitecto: EmilioTuñón Álvarez.
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Una magnífica obra que plantea una arquitectura actual y plenamente integrada en su entorno histórico, con un espectacular juego de volúmenes. Una aportación enriquecedora para Cáceres, tanto cultural y arquitectónica como urbanística.
PREMIO COMPROMISO. VALORES SOCIALES Y ÉTICOS. 'Bloque 6x6 en Girona'. Arquitectos:Ramón Bosch i Pagès y Elisabet Capdeferro y Pla.
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Un proyecto muy afín al ganador de esta convocatoria, tanto por su preocupación por la reducción de la huella de carbono como por la flexibilidad tipológica, mediante precisión de un sistema constructivo de madera contralaminada.
PREMIO PROFESIÓN. VALORES PROFESIONALES. 'Edificio en Parc Sanitari Pere Virgili de Barcelona'.Arquitectos: Patricio Martínez González, Maximià Torruella i Castel, Luis Miguel Gotor Navarra.
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Excelente trabajo de investigación, operatividad y adaptabilidad que, desde su origen como respuesta a la covid, plantea su fácil reconversión según las necesidades del centro sanitario a que se vincule.
PREMIO HÁBITAT. VALORES BÁSICOS DE LA ARQUITECTURA Y EL URBANISMO. 'Residencia geriátrica Son Caulelles, Portol (Mallorca)'. Arquitectos:Santigo Vives i Sanfeliu, Tomás Montis Sastre, Adriá Clapés Nicolau.
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El edificio presta gran atención a la calidad ambiental: materiales, elementos naturales, luz. Su propuesta arquitectónica se articula alrededor de cuatro patios ajardinados en su interior, destacando la optimización de sus dimensiones para adaptar el edificio a las personas que lo habitan.
PREMIO RE. VALORES ASOCIADOS A LA REHABILITACIÓN, RENOVACIÓN Y REGENERACIÓN. 'Espai Santa Eulàlia, Gironella (Barcelona)'. Arquitecto: Carles Enrich i Giménez.
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Adaptación de la antigua iglesia de Gironella (Barcelona) a centro cultural para las artes escénicas, tras múltiples cambios de uso, ahora se incorpora el paisaje urbano y el espacio se reformula destinado a la música, el teatro y la danza.
MEDALLA DE ORO DE LA ARQUITECTURA DEL CSCAE.
Se otorga, desde 1981, y reconoce las mejores trayectorias profesionales en la arquitectura y el urbanismo. Este año, el galardón se ha concedido 'ex aequo' a los arquitectos Carme Pinòs Desplat y Carlos Puente Fernández. El jurado ha valorado que sus obras constituyen «dos maneras comprometidas de ejercer la profesión que reflejan la importancia de la arquitectura de calidad y confluyen en la excelencia y delicadeza de obras singulares».
El amplio listado de Premios y Valores asociados parece centrarse en aspectos esencialmente constructivos, asociados a materiales que minimicen la huella de carbono y menor preocupación por la eficiencia energética. Naturalmente las diferencias entre las zonas climáticas españolas son sustanciales y varían mucho las propuestas entre un bloque de viviendas en Soria (Zona E) o en Tarragona (zona B). En principio, los valores aplicados tienen un esencial componente mediterráneo, cuyo clima ya les gustaría a los habitantes de la Zona más extrema (E). Por el mismo motivo, las balconadas corridas son mediterráneas y las galerías pertenecen a las costas atlánticas o cantábricas, etc. Pero la buena arquitectura se produce adaptada a las condiciones de los lugares, de modo que podemos admirar tanto la obra de Alvar Aalto, como la de Hassan Fathy.
En los Nuevos Valores, también existen otras búsquedas de nuevas formas de habitar en alojamientos más flexibles y adaptables a nuevos modelos de convivencia, esa investigación merece elogio, pero no excluye la posible calidad de obras más convencionales. No es cuestionable la calidad de las obras premiadas pero, en esta convocatoria que nos ocupa, da la sensación de haber prevalecido como valores una climatología subyacente y una interesante tecnología constructiva, basada en la madera contralaminada, presente en la mayoría de los premios como alternativa de baja huella de carbono. Puede parecer que los Premios de Arquitectura se desplazan hacia una forma de construcción. Respecto a la búsqueda de tipologías innovadoras y más flexibles, es un empeño irrenunciable desde las vanguardias de hace un siglo.
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Las buenas prácticas constructivas, asociadas a la eficiencia energética y la reducción de la huella de carbono, tienen foros propios, como los Premios de la Construcción Sostenible que otorgan la Junta de Castilla y León y el Instituto de la Construcción de Castilla y León, desde hace dieciocho años en convocatorias bianuales. Las obras presentadas son evaluadas rigurosamente en los aspectos relacionados con la eficiencia, sostenibilidad y huella de carbono.
Además, los premios trascienden de la propia Comunidad y se premia también a obras ajenas a Castilla y León. Entre la relación de premiados destacan nombres conocidos por su compromiso en este ámbito; del mismo modo, se ha contado con personalidades de referencia internacional, como fue el caso de Shigeru Ban en noviembre de 2009, cuando no era muy conocido todavía. En los Premios de la Construcción Sostenible se presentan edificios con diseños de interés, pero prevalecen las valoraciones sobre sus prestaciones edificatorias, como su nominación ha dejado claro en las sucesivas convocatorias.
La arquitectura sigue viva mientras busca dar respuestas a las necesidades de la humanidad y, 21 siglos después, los valores vitruvianos permanecen vigentes, ajenos a culturas, estilos o simplemente modas. Las buenas prácticas edificatorias son parte irrenunciable de la 'firmitas', las nuevas formas de alojamiento participan de la 'utilitas' y siempre queda la búsqueda de la 'venustas', la belleza, que cuando se produce aporta magia a la vida de quienes la disfrutan, como usuarios o simples espectadores. Por cierto, la descripción de Stendhal en su visita a la Santa Croce se ha reconocido como un síndrome al que da nombre, pero si ante alguna obra arquitectónica, premiada o no, siente palpitaciones, agotamiento vital, mareo y miedo a caerse… no llame a un arquitecto, mejor avise a un médico.
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