¿Qué pasó con los personajes de 'El niño con el pijama de rayas'? ¿Qué secretos esconde 'El matrimonio Arnolfini', uno de los cuadros más famosos del mundo? ¿Que´recuerdos tenemos de unos años 90 en los que creímos ser felices? Son las tres preguntas a ... las que reponden los tres libros recomendados de la semana.
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'El affaire Arnolfini', Jean-Philippe Postel
Todo son pistas, claves, falsas creencias en 'El matrimonio Arnolfini', ese cuadro de 84,5x62,5 (tabla de roble pintada al óleo) que luce en la sala 56 de la National Gallery. ¿Cuándo se pintó? ¿Quiénes son esas dos figuras? ¿Y qué significan cada uno de los elementos que componen la escena? Son las preguntas a las que intenta responder Jean-Philippe Postel, un médico que durante años ha observado el cuadro con precisión clínica. Y las respuestas pueden resumirse en que es «un misterio que sigue sin desvelarse» (página 15), como si el lector se enfrentara a una novela de misterio a la que le falta el capítulo final.
Título: El affaire Arnolfini
Autor: Jean-Philippe Postel
Editorial: Acantilado. 168 páginas. 12 euros
Con esta «estratagema propia de ilusionista y de los autores de novela policiaca», el pintor flamenco Jan Van Eyck compuso una de las obras más famosas de la historia del arte. El libro es un divertimento adictivo. Cada capítulo es un descubrimiento sobre un cuadro que esconde una historia de embarazos que salen mal y visiones de fantasmas.
La primera parte explora el camino que siguió el cuadro desde que lo pintaron hasta que recaló en la National Gallery de Londres (donde está expuesto desde 1843). Hasta allí llegó después de pasar largas temporadas en España. Hasta las guerras napoleónicas formó parte de las colecciones reales españolas.
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No hay certeza de quiénes pudieron ser este hombre y esta mujer, pero desde la década de 1990 (desde antes de ayer, como quien dice) se tiene la certeza de que el hombre es Giovanni di Nicolao Arnolfini, integrante de una riquísima familia de comerciantes italianos originarios de la ciudad de Lucca y que hizo fortuna con el negocio de la seda.
Más dudas hay sobre quién era ella. Su esposa fue Constanza Trenta, sobrina de Lorenzo de Médici el viejo, pero una cartela en el cuadro, fechada en 1434, hace pensar que este fue pintado ese año, cuando Constanza murió meses antes.
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Así, una teoría de Margarette Coster del año 2003 dice que est obra podría ser no el retrato feliz de una familia de comerciantes, sino un homenaje en el que se representa a la mujer muerta. Y a partir de aquí, Postel disecciona el cuadro para arrojar luz sobre esta teoría. La simbología parece apuntar en esa dirección: la vela encendida sobre la cabeza de él y apagada en el lado de ella, la escena difuminada y el perro desaparecido del espejo, los adornos de la silla y el escaño, el 'paraíso' al otro lado de la ventana (en la mitad de él), el rojo del purgatorio (en al mitad de ella), las chinelas coloradas en el suelo, las letras que dibuja la estructura y colocación de la pintura. Postel ha escrito un obra entretenida, divertida, sorprendente que invita a mirar con interés y admiración este (y otros) gran cuadro de la pintura flamenca.
'Todas las piezas rotas', John Boyne
Gretel arrastra desde hace más de sesenta años un sentimiento de culpa con el que ha aprendido a convivir, aunque prefiera evitar el pasado y tenga encerrados los recuerdos en un joyero que no se atreve a abrir. Su padre fue un destacado oficial del ejército nazi. Su madre y ella eligieron mirar para otro lado para no reconocer los horrores de los campos de concentración. Y su hermano, que un día atrevesó la valla de espinos, murió en uno de ellos después de hacerse amigo de un niño judío.
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Título: 'Todas las piezas rotas'
Autor: John Boyne
Editorial: Salamandra. 368 páginas. 20 euros.
Tal vez esta historia resulte familiar porque forma parte de 'El niño con el pijama de rayas', un libro que vendió millones de copias en 2006. Ahora, años después, John Boyne recupera la historia de aquella familia y reconstruye la vida posterior de Gretel, la hermana de aquel chaval.
Lo hace en 'Todas las piezas rotas', una novela narrada en dos planos temporales. El primero es el presente. Gretel tiene ya 91 años y vive en Londres, en un piso de lujo, con la compañía de Heidi, su vecina de enfrente y un hijo que de vez en cuando le visita para presentarle a alguna de sus parejas. La última es una cirujana con la que Gretel mantiene una de las conversaciones más bellas de la novela (189), cuando la médica se pregunta si, cuando un paciente se le muere, ella podría haber hecho algo más para salvar su vida. En ese remordimiento, en esa culpa se siente reflejada Gretel, quien debe lidiar con los fantasmas de un pasado en los que se reconoce como un ser miserable.
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¿Cómo pude no verlo? ¿Cómo pude comportarme así y justificar el horror? Por eso, con 91 años, Gretel intenta redimirse. Y lo intentará hacer cuando una nueva familia se instale en el piso de abajo. Una actriz ya retirada, un famoso productor de cine y su hijo, un niño al que una noche, vestido con un pijama de rayas (ojo al dato) y con un brazo roto, ve esconderse de su padre.
El segundo plano temporal reconstruye la vida de Gretel y su madre desde que abandonaron Alemania: de su primera etapa en París (con la venganza de las víctimas) al intento de olvido en Australia, donde se Gretel, ya sola, se reencuentra de frente con un pasado al que intentará matar. Y al final, esa estancia en Londres donde encontrará la oportunidad de redimirse (y esto no convierte a Gretel en un personaje bondadoso). Una historia sobre el papel de la culpa, el peso de los remordimientos y de cómo la venganza puede sumar tal vez más injusticias a lo injusto.
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Hay en la página 132 una cita extraída de 'La grieta', de Scott Fitzgerald, que se convierte en clave para comprender este 'Tan difícil como raro' de Juan Vilá. Dice que hay golpes vitales, que nos suelen llegar desde fuera, y cuyo impacto recibimos y comprendemos de inmediato: una muerte, un accidente. Pero hay otro tipo de golpes «que vienen de dentro», que se fraguan poco a poco y cuyo daño no comprendemos hasta que ya es demasiado tarde.
Título: Tan difícil como raro
Autor: Juan Vilá
Editorial: Anagrama. 272 páginas. 19,90 euros.
Sobre estas grietas internas habla este texto de autoficción en el que Vilá retrata a una pandilla de compañeros de Universidad en los primeros 90 (todos estudian Filosofía) y cómo la vida va entrelazando sus caminos. Algunos mantienen el contacto, aunque «la mayor parte de nuestros amigos se perdieron o se esfumaron» (página 113).
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Está Roberto, sociable y expansivo, antídoto contra lo solemne, que un día se retira de una fiesta y se suicida lanzándose por la ventana. Están Manuel, Gloria, Bea. Y sobre todo Ana, la expareja de Juan, el narrador, a quien diagnosticarán una enfermedad mental que minará su salud y la de quienes le acompañan.
Así, junto a esos golpes externos (como el suicidio de Roberto), están las grietas, muchas veces invisibles, que se abren dentro de una persona o una relación. Existe la posibilidad de taparlas si se pillan a tiempo, pero también el edificio puede colapsar. Vilá ha escrito un libro de capítulos fragmentados y saltos en el tiempo para acercarse a una pandillas de amigos despreocupada en los 90 (los gilipollas) que se adentró en un siglo XX de crisis y preocupaciones donde las relaciones están más atravesadas de problema de lo que nos gustaría.
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