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Foráneos como la secuoya, exóticos como el bonsái o tan propios como el roble, David Hernández Sevillano ha convocado a una buena colección de árboles en su poemario 'Arbolidades', ganador del último Premio de Poesía par Niños Ciudad de Orihuela que publica con gusto ... exquisito la editorial Kalandraka.
Sus versos describen el bosque como una unidad compuesta de muchas especies distintas. Hay árboles que acaban siendo el alma de un títere, como el enebro, o un oboe, hecho de madera de ébano. Mientras el granado se concentra en dar un fruto apetitoso y rojo, el alcornoque tiene la 'cabeza'/copa llena de pájaros. Las hojas caducas alimentan la tierra que abraza las raíces del árbol del que caen y las semillas del algarrobo guardan su secreto en una vaina muy característica. La lluvia, el vendaval o el paso de las estaciones provocan cambios en las masas boscosas que dan pie a más historias.
El escritor segoviano va desgranando misterios de los árboles en poemas de metro libre. Cierra este recorrido, intercalado con ilustraciones de Maite Mutuberria, la carta de un árbol a una semilla en la que le advierte de todos los peligros que la atenazan. La savia sabia guarda memoria de la especie, la que le ha permitido sobrevivir
Excelente puerta para adentrarse en el bosque y en la poesía. Hernández ganó el XXV Premio de Poesía Hiperión 2010 con 'El peso que nos une'.
Realismo juvenil
Entre las novedades juveniles, 'La desapración de Julia' (Edebé) es la última entrega del prolijo Jordi Sierra i Fabra, que anda siempre con el radar encendido. Nada de lo que les ocurre a jóvenes y niños le es ajeno y sus novelas caminan parejas a sus problemas . 'La desaparición de Julia' es explícita desde el título. La protagonista no regresa a casa una noche en el pueblo donde veranea. A partir de ahí, el escritor con su ágil exposición de los hechos a partir de capítulos que son entregas de diferentes puntos de vista de los personajes sobre lo mismo dibuja ese micromundo que se entrega a la búsqueda de la joven de 17 años.
Sierra mezcla la previsible reacción de los padres, clichés seriados, con la reacción de su hermana Almudena, quien da la clave gracias a asomarse al diario de Julia. Los anhelos de la primera juventud, las relaciones entre los amigos, los amores esbozados, los sueños y las contradicciones se suceden en el bodegón emocional que emerge con el peligro de perderla. El hambre de gloria de un periodista, los esfuerzos de la pareja de la Guardia Civil y los celos de un camarero aderezan la acción fuera del círculo sentimental. Con un final muy televisivo, Jordi Sierra logra atrapar al joven lector en una trama tristemente conocida y, sin embargo, más impactante leída fuera de los medios.
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