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David Gilmour, voz y guitarra de Pink Floyd, Sarah Lee
Opinión

Las musas vuelven a Gilmour

MÚSICA ·

El guitarrista de Pink Floyd lanza un 'Luck and strange' exultante de personalidad y de brillantes clásicos

Sábado, 21 de septiembre 2024, 11:53

Mientras que el lado amargo, reivindicativo, combativo e irreconciliable de la creatividad quedó destinado al bueno de Roger Waters, la historia ha querido que 'el otro lado' menos oculto y más luminoso de Pink Floyd encuentre confort definitivo en David Gilmour, quien acaba de lanzar ... uno de los mejores trabajos de su escueta pero dilatada carrera en solitario. 'Luck and strange', por cierto, alivia la aceptación de no volver a ver nunca juntos ni a ambos artistas ni menos a una aproximación de Pink Floyd junto a Nick Mason. El pasado año Polly Sampson (letrista y esposa de Gilmour) dedicó una serie de descalificaciones a Waters que complican (por quedarse corto) cualquier atisbo de reuniones similares a las del celebrado 'Live 8' y posteriores. Así que… sí: Que al menos Waters y Gilmour, por su cuenta, sigan creando buena música es todo un bálsamo para la vieja escuela y para los pocos chicos y chicas que actualmente parecen asomarse la vigencia de los clásicos.

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  • 'Luck and Strange' David Gilmour. 2024. Canciones:'The Dream', 'The Piper's Call', 'Between Two Points', 'Cambridge'...

Aunque para muchos este 'Luck and strange' es el disco 'top' de los cinco trabajos en solitario de Gilmour, no hay que olvidar ese 'On an Island' de 2005 que fue un auténtico ejercicio de escapismo sonoro incuestionable. El guitarrista de Pink Floyd es tan amigo de tomarse largos tiempos entre disco y disco como de colaborar con estrellas a las que admira. Imposible olvidar su 'solo' en 'No more lonely nights' de McCartney ni sus posteriores contribuciones al de Liverpool en un antológico directo en The Cavern o en discos como 'Run Devil run' o 'Flaming Pie'.

En cualquier caso, el aquí y el ahora es un tremendo disco de 11 canciones repletas de los diversos mundos oníricos, flotantes, también rockeros y paisajistas de uno de los mejores magos de la ambientación del clímax en la historia del rock. Steve Gadd, Guy Pratt y Roger Eno participan en el trabajo mientras que Polly Sampson ofrece sus letras, labor que lleva haciendo más de tres décadas contando su participación en 'The División Bell' de los Pink Floyd de 1994. Hablando de la familia, muy interesante la participación de la hija de la pareja, Romany Sanson, quien a sus 22 años canta con efecto balsámico 'Between two points'. Por cierto, se trata de una versión de The Montgolfier Brothers, formación casi desapercibida por la historia que Gilmour reivindica desde el más puro 'arte por arte'.

Realmente, el disco está repleto de momentos inspirados tanto en creación como en producción de las canciones. La voz de Gilmour, a sus 78 años, sigue conservando su ADN musical. 'Dark and velvet nights' ofrece 'minutajes' instrumentales realmente épicos y robustos propios de la época de 'The Wall', al igual que sucede con el 'solo' de 'Scattered' En la parte más 'unplugged' del disco encontramos temas como 'Yes, I have ghosts' en la que Gilmour juega y complace a la audiencia con sus guitarras más artesanales y 'vintage'. El cierre del disco con la versión de 13 minutos de 'Luck and strange' es todo un disfrute para los que hace tiempo que ya no tienen prisa en alejarse del exquisito equipo de alta fidelidad.

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