Producir con mirada artística

Cuando pensamos en el rol de un productor, en el marco de una película o una serie sobre los entresijos del cine o la TV, solemos concebir a una persona trajeada, más preocupada en los pingües beneficios y en la rentabilidad que en el aspecto artístico de los soñadores directores y guionistas responsables de las historias que triunfan entre el público. Y, sin embargo, frente a ese estereotipo existen personas productoras con mirada artística, comprometidas con la visión de sus creadores pero también escrutadoras del mercado. Es el caso de Clara Santaolaya (Valladolid, 1989), responsable de la productora Batiak Films, con sede en Madrid y Castilla y León, y que ha sacado adelante, hasta la fecha, cuatro largometrajes y dos cortos.

«Antes dirigía para otras productoras, pero se quedaban con la titularidad del proyecto y para futuras subvenciones no servía para crecer, por lo que opté por producir mis propias iniciativas... y también las de otra gente», revela. Entre sus más recientes trabajos, la productora ha estrenado este año 'The Human Hibernation', la película de Anna Cornudella estrenada en la Berlinale y premio FIPRESCI de la sección Fórum, además de haber formado parte de la sección Alquimias en la 69ª edición de la Seminci.

«Nuestra productora busca talento emergente y mirada propia, que tenga claro que forma parte de un cine autoral con un punto experimental». Propuestas muy distintas entre sí pero con esas bases comunes, donde se antepone la perspectiva del éxito colectivo de un rodaje a la visión individual del artista creador: «Ser director es solitario, es importante contar con un espejo para discutir tus dudas», asevera Santaolaya. «Es fundamental tener alguien con quien compartir las ideas, alguien que además entiende la mirada, ve desde fuera el proyecto y comprende el funcionamiento del mercado». Un mercado, por cierto, fluctuante, que depende de algoritmos, de los retrasos en los rodajes («Una producción puede tardar dos años en salir adelante, y el público es muy distinto desde que empieza hasta que acaba; por lo que tratar de llevare por las modas no suele ser buena idea») y del aparato de marketing de las grandes películas.

Por ello, la productora entiende su labor como un diálogo en torno a la crianza de un proyecto común: «Creo en enamorarme de una historia, compartir su punto de vista y que conecte con el público».

Como productora, Santaolaya aprendió «viendo dirigir a actores», y lleva el «menos es más» como bandera de su filosofía. Afirma que muchos directores principiantes pecan de «naïfs», no son conscientes de «la magnitud de los proyectos y los tiempos que consume realizarlos». Pero su aportación, asegura, es siempre en positivo, y en sus rodajes prima el velar por la salud mental: «Es un oficio complicado, donde hay más noes que síes y la precariedad invita continuamente a abandonarlo todo», sentencia.

Batiak Films también se ha encargado de producir 'Lo carga el diablo' (presente asimismo en nuestra Seminci) o el documental 'Eleven Underground' o los cortos 'Kokuhaku' y 'Alegre y olé'; este último, precandidato a la nominación al Goya para este 2024.

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