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Alcántara con César González Ruano y Rafael Penagos. :: Fundación Manuel Alcántara
Olla de grillos

Olla de grillos

Artículo publicado el 2 de noviembre de 1990

MANUEL ALCÁNTARA

Viernes, 8 de noviembre 2019, 07:49

Así como la fealdad tiene la ventaja sobre la belleza de que dura mucho más, la locura ofrece sobre la sensatez la superioridad de ser transmisible. Un loco hace ciento, pero un cuerdo bastante tiene con conservar su sano juicio y permanecer inmune al contagio. ... Según el sentencioso Gracián, están locos aquellos que parecen locos y la mitad de los que no lo parecen. Se trata de un cálculo aproximado y no muy pesimista, ya que las fronteras entre el uso y el desuso de razón son muy imprecisas. Está claro que el travestido que roció con un pulverizador lacrimógeno al piloto del avión, está loco perdido, o loca de atar. También puede asegurarse que el francotirador de trece años que disparó con una carabina sobre un centro escolar, tiene mucho ganado para ingresar en un sanatorio mental, a corto plazo. Pero otros casos no están tan claros. Si viviera Vallejo Nájera le preguntaría si están algo tocados de la cabeza los 444 compatriotas aspirantes a astronautas. Probablemente, me diría que no, que los que tienen un cable suelto son los que se lanzan a las carreteras durante los «puentes», o sea, unos tres millones y pico de españoles. Es muy difícil establecer un tratado de límites entre un cierto grado de locura, que puede ser como una estrella en la frente, y la cordura total, que puede ser como una joroba. ¿Era un orate Ruiz Mateos o estaban como una cabra los que decretaron su expolio, con nocturnidad y alevosía? El ex-presidente de Rumasa acaba de obtener su séptima victoria legal y le ha sido reconocido el derecho de reversión del Banco Atlántico, que no requería saneamiento ni ponía en riesgo el sistema financiero. Lo único que sabemos es que el desvalijamiento de este hombre va a costamos un dinero de locura. Quizá esté completamente loco Sadam Husein, que ha advertido que la guerra «es cuestión de días» y quizá esté parcialmente loco George Bush, que dice que se le está «acabando la paciencia». Lo cierto es que el mundo es una grillera alborotada y es desdicha de las edades que los locos sirvan a los ciegos de lazarillos.

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