Ojeadora de instantáneas
María Millán conoció Palencia cuando presentó una exposición en el Festival Fotografía de Castilla y León que poco después, pasó a dirigir. Vive su tercera edición
Prefiere estar tras la cámara mejor que delante. María Millán dirige el V Festival Internacional de Fotografía de Castilla y León que se celebra en ... Palencia. No conocía esta ciudad hasta que en 2022 presentó una exposición de Mariana Yampolsky, en el certamen que comandaba Anne Morin. La comisaria francesa tuvo que dejarlo por razones personales y a finales de 2022 llamaron a la donostiarra para ponerse al frente.
Desde entonces María Millán trabaja a contrarreloj, ya que los plazos de la administración están desacompasados con los de las negociaciones de préstamos de colecciones internacionales. «Cada proyecto supone un año o año y medio de trabajo. La norma escrita es que hay que hacer la solicitud de las obras entre seis y nueve meses antes de la exposición o el festival», explica quien conoce el presupuesto a finales de año y el programa debe cerrarse en abril. El trabajo previo y la agenda han sido sus salvavidas.
Desde joven le gustó la fotografía pero no había forma de estudiarla en su ciudad, San Sebastián, más allá de al Sociedad Fotográfica local. «Me fui a Nueva York para pasar un año y me quedé treinta. Me fui moviendo en ese ambiente hasta trabajar en editoriales importantes, para luego crear historias con fotógrafos y producir libros», recuerda. Cuando volvió a España «me di cuenta de que fotógrafas como Tina Modotti no se habían visto nunca y comencé a hacer propuestas. Mi inicio como comisaria fue trayendo autores que no se habían visto aquí».
Crear algo nuevo a partir de los archivos y de la obra de fotógrafos contemporáneos es el reto del festival que este año responde al lema 'Todos somos nómadas'. «Siempre me interesó este tema, tenía material acumulado. Más allá de la coyuntura actual en la que hay emigración económica, política, social, se da también una gran movilidad turística, la gente se mueve más que nunca y eso tiene repercusión en nuestras vidas y en nuestros hábitats». Así los retratos de Jesse A. Fernández y de Mary Ellen Mark disparan en la misma dirección que los 'Mares de plásticos', de Mandy Baker. Personas y ecosistemas transidos por el viaje, por la adaptación al nuevo medio y a las distintas formas de convivencia.
La mujer creadora, a menudo opacada por las parejas artistas, también es un interés constante de Millán. «Ahora se está rectificando la historia, contando la otra parte menos conocida. Preparo una exposición de Dora Maar, con sus fotografías y dibujos, me interesa mucho el papel, el grabado». Hasta el 1 de junio vive el FIFCyL, este sábado en una performance del grupo North West en el Museo del Agua de Palencia, a las 14:30 h.
«Me gustaría que estas exposiciones pudieran itinerar al menos por Castilla y León. Es un trabajo exportable y adaptable a nuevos espacios», afirma Millán que celebra que cada año se sume más público al festival. «Para mantenerlo vivo hay que renovar la dirección, que haya ideas distintas». Junto a ello, «un presupuesto menos modesto que el actual si queremos que sea internacional».
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