'Nací': George Perec y la escritura autobiográfica

En cualquier caso, lo que sobre todo abunda es el recuento de su escritura. Varias de estas piezas de George Perec –todas breves– tienen que ver con lo que ha escrito y con sus planes futuros de escritura. En una carta dice que son tres los libros que le gustaría escribir: la novela de la historia familiar, un catálogo de las habitaciones donde ha dormido y una novela de aventuras. Además de ello, en otro de los textos habla de la transcripción de sus sueños. Al principio fue una escritura ordenada y pulcra, que de poco sirvió. Con el tiempo se convirtió en una experiencia del hecho de escribir en la que ni se revelaba la verdad ni conseguía romper el sentido de la realidad, algo buscado por los surrealistas.

Entre todos destacan, quizás por su carácter narrativo, 'Nací' y 'Los lugares de una fuga'. El primero es una reflexión sobre la escritura autobiográfica que pespuntea esa misma escritura, señalando de manera irónica y juguetona los límites, y el segundo, una pequeña escapada del hogar cuando apenas contaba con once años. Está escrito en tercera persona y solo al final el lector tiene las claves para saber que, en realidad, hablaba de sí mismo.

Perec fue un escritor que escribió en las postrimerías de las Vanguardias, consciente de que, aunque estas acabaran, el regreso a la escritura decimonónica no tenía sentido (aunque desde luego sí mercado, podríamos añadir visto el panorama actual). Su vanguardismo recogía una actitud de ligereza que otros autores de su época dejaron de lado. Su literatura era realista, afirmaba el mismo Perec, en parte porque se dedicaba a transcribir hechos y no pensamientos. Tenía que estar muy atento a lo que sucedía a su alrededor para que luego la memoria ficcional que escribió en algunos casos fuera también realista y no desbarrancara por las laderas de las ensoñaciones presuntuosas de la realidad.

Al final lo que el lector encuentra es una explicación amena de lo que ocupó a Perec en sus labor literaria: el acotamiento de un campo, los límites de lo autobiográfico, sus maneras también, los recuerdos en los que el escritor se enreda cuando trabaja, la huella que deja inscrita la infancia en toda vida y, por ello, en toda escritura.