El miedo tiene cara de lobo

Sale una noche a por leña y un movimiento furtivo le asusta. Poco a poco descubrirá huellas, ruidos, destellos de los ojos del animal, hasta que se encuentra cara a cara con el lobo. Tardará en superar el miedo, pero se sobrepondrá y descubrirá el por qué de su cercanía. Tiene algo clavado en su pata. A partir de ahí, el lobo será su compañero de juegos, algo que no acaba de entender el abuelo. Hasta que un día, Hedda cae en el agua helada y quien le salva es el animal.

La relación simbiótica entre humanos y bestias es el ideal que mueve este y otros tantos relatos infantiles que alimentan la empatía natural de los niños por los animales, más allá de sus mascotas. Nora Brech es autora del texto y también de unas ilustraciones coloristas en las que juega con la proporción –cuanto más temida la fiera, más grande–, los primeros planos de los rostros, los colores oscuros de abetos y pelo del lobo, la claridad de la nieve y los tonos animados del entorno doméstico noruego. El trabajo gráfico se impone a la sintética narración de inspiración ecologista, un álbum para primeros lectores.

En Noruega quedan muy pocos lobos a causa del exterminio provocado por los humanos. Quizá por eso el lobo simboliza en esas latitudes la vida salvaje, en la que a pesar de todo, acaba encontrando modo de penetrar la niña, gracias a su valentía y determinación.

Agraciada extravagancia

Le gusta trocear y parcelar los conjuntos, ya sean de animales o de hombres. Daniel Nesquens publicó en 2006 'Mi familia' (Anaya), con dibujos de Elisa Arguilé que ganó el Premio Nacional de Ilustración por este trabajo. Ahora Nórdica recupera esa sucesión de personajes, de una familia que avanza desde los años sesenta. La idea del bestiario que habían desarrollado ambos en 'Hasta (casi) cien bichos', se adapta en este caso a una red de parentesco.

Nesquens gusta de contar la vida cotidiana a través del prisma del absurdo, del juego de palabras, de la anécdota disparada por su imaginación. Su familia puede ser la de todos, pero la manera de narrarla es solo suya. De los progenitores a la picaresca del tío Ramón que les invita a todos a la casa de su jefe, del genio de la abuela María y los localismos de su habla, del hermano ingeniero en ciernes y de la tortuga Norberta, de todos extrae Daniel un nuevo cuento.

El significado de las pirámides

El nacimiento y desarrollo de la mitología egipcia es el hilo conductor de 'El poder de heka' (Siruela). María Espejo se sumerge en las aguas de Nun, el océano que cubría el mundo, según la explicación nubia, para dibujar y narrar el panteón divino y las leyendas que recogen símbolos. Heka es la magia de la palabra pronunciada.

El viaje por el valle del Nilo des vela el origen de las pirámides, evolución de mastabas. Eran colinas simbólicas que rompían la horizontalidad de la llanura del río en la estación seca y cuando se inundaba, en la húmeda. Dioses y espíritus emergen en ellas, cada vez más altas y afiladas. Demiurgos y dioses –Atum, Tefnut, Osiris, Isis, Seth, entre otros– encarnan distintas habilidades que explican su forma y el por qué de su proceder.