Secciones
Servicios
Destacamos
H. P. Lovecraft (1890-1937) fue un raro autor norteamericano, nacido y muerto en Nueva Inglaterra, de gustos conservadores y puritanos en casi todo a quien –casi como súbdito británico aún– no le importaba decir: ¡Dios salve al Rey! Ese lado y su vida precaria ... de hombre culto que era muy aficionado a escribir cartas y a ser educado, casi ceremonioso, lo hicieron uno de los grandes inventores del horror moderno en literatura, a partir de Poe y de Lord Dunsany, con monstruos y seres abisales de civilizaciones remotas o pretéritas, más allá del fondo de hondos mares o de infinitas galaxias, seres tremendos (como los narrados en sus libros 'La llamada de Cthulhu' o 'El color venido del espacio') de los que se han servido los creadores de cómics o de efectos especiales en cine a menudo malo, cosas que sin duda hubieran disgustado a Lovecraft que, aunque publicó mucho en pequeñas revistas, y tuvo en esencia una fama póstuma, no dejó de sentirse un poeta de Providence –su ciudad natal– muy aficionado y experto en el siglo XVIII inglés. Pese al éxito general de sus tremendos relatos de terror sobrenatural (en los que algunos ven, a lo lejos, rastros de esperanza para la desolada humanidad) la poesía de Lovecraft, a veces incluso satírica, detestaba la modernidad de Eliot, y escribió contra 'The waste land' –La tierra baldía– un poema titulado 'The waste paper' o sea, El papel baldío o malgastado, él se tuvo por poeta, y muchos consideran su mejor obra los 36 sonetos de 'Hongos de Yuggoth', escritos en 1929, y que vuelven a salir ahora en español (existe otra edición antigua) en Pre-Textos, con versión y prólogo de Juan Andrés García Román, con el título general de 'Un tenue éter indeterminado'.
Los sonetos (bien traducidos, edición bilingüe) resumen el mundo de Lovecraft. Al inicio parecen un relato en verso –las cosas que descubre el narrador en un viejo libraco– pero poco a poco el todo se diversifica en el horror y el vago romanticismo que tiñe las quimeras o pesadillas del autor: 'Entre abismos distantes y mundos remotísimos'. 'Ya estaba viejo cuando Babilonia era joven…' 'Parajes con doradas torres sudando algas' Original, abisal y levemente repetitivo, Lovecraft escribe un notable poemario (no es el único) que certifica y valida esos mundos de cúpulas y bestias submarinas que pueblan los mitos de Cthulhu, y que son la bien sólida base de la fama del autor como gran padre del horror más alucinado. Aunque el conservador Lovecraft se considerara ateo y racionalista, muy dieciochesco. Siempre que triunfa lo fantástico, más si con aureola contracultural, reaparece el genio galáctico de Howard Philips Lovecraft, que amó lo viejo más que lo nuevo, por o contra su telúrica y onírica imaginación de espantos o bonanzas futuras. Hay que leerlo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.