Lecciones de animales y monstruos

Elma es una niña resuelta, impulsiva, irónica, puro nervio controlado por su papá oso con el emprende el viaje que se cuenta en este libro. Atraviesan bosques, montañas, le fabrica un nuevo vestido con hojas tras perder el que lucía, verán llover desde la cueva en la que se refugian, conocerán a otros animales, salvan peligros, todo es posible con un padre protector al lado.

La educación sentimental de la pequeña, con un deje de melancolía, parece la misión de la travesía que el padre no desvela a la niña curiosa pese a su insistencia. Todo es finito, han pasado siete años juntos y se asoman a una nueva etapa.

Léa Mazé alterna páginas de colores cálidos para los momentos plácidos de la travesía, con los fríos para la narración de episodios de riesgos y peligros. Su trazo sirve al dinamismo de las escenas y a la expresividad tanto de Elma como del oso. La naturaleza es su casa aunque también alberga amenazas, terraplenes, ramas que desgarran, cazadores que disparan. La relación entre ambos resulta simbiótica, casi perfecta incluso en sus desencuentros. Mazé trabaja especialmente bien la maquetación, al servicio de la aventura trepidante, casi cinematográfica, subrayada con onomatopeyas efectistas.

El viaje termina, Elma descubre el por qué de tan apasionante travesía y se enfrenta a la verdad última. La heroicidad no es gratuita, hay pérdidas irreparables. Ingrid Chabbert y Léa Mazé firman una novela gráfica pensada para lectores de la edad de Elma. Un libro de esperanza para aventureros impetuosos a partir de los siete años.

El monstruo, en forma de mujer barbuda, hombre elefante o siameses, ha sido un reclamo tradicional del circo. Stéphane Servant parte de esa idea de la diferencia para que Otto, protagonista de 'Monstruos', recorra el arco del miedo hasta la fascinación. Las criaturas extraordinarias, fuera del lugar o del tiempo, tienen apariencia delatora o todo lo contrario, la discrección del niño. Vive a las afueras de un pueblo, que está, a su vez, a las afueras del mundo. Es la diana de las bromas de la panda del lugar, que le llama Otto Corazón de Gorrión. Por fin llega el anunciado Circo Delosueños y Otto quiere ir, a pesar de las advertencias de sus mayores sobre la peligrosidad del monstruo. Terminará por toparse con él, por descubrir que la monstruosidad está en los ojos del que mira, por encontrar un igual, un amigo. Servant cuenta con la narración gráfica de Nicolas Zouliams que elige el dibujo en blanco y negro para subrayar el misterio.

Greta y Guille son dos ratones gemelos que se hacen amigos de un árbol, Fito. A través de él percibirán los cambios que las estaciones provocan en la vida vegetal, de la desnudez invernal a los brotes tras la lluvia, del manto de hojas verde que lo cubre a la recogida de los frutos y de nuevo el otoño.

Leo Lionni fue un diseñador e ilustrador italiano que firmó álbumes clásicos como este, con una eficaz mezcla de dibujo y collage para hacer llegar mensajes sencillos e iluminadores. En este caso, la personificación del árbol le permite destacar y acercar el mundo vegetal a los niños, una sensibilización que engancha con la preocupación por el cambio climático. La editorial Kalandraka está publicando toda la obra de Leo Lionni.