Sam Riley y Garrett Hedlund, en 'On the Road'. El Norte

Jack Kerouac y el cine

El icono de la generación beat no logró su sueño de beber con Sinatra en Hollywood ni que James Dean potagonizara 'On the Road', aunque sus novelas sí han llenado la gran pantalla

Juan Pablo Roda

Valladolid

Jueves, 19 de septiembre 2019, 21:34

Cuando el joven Jack Kerouac, alma mater de la Beat Generation (generación beat), vio 'Ciudadano Kane', exclamó: «¡Vaya película, Dios mío!», y rápidamente deseó convertirse en guionista de cine, tan lírico como su autor, Orson Welles. Pero su relación con el cine ... fue de lo más dispar, gran aficionado y displicente con las adaptaciones que de sus libros hicieran los productores de Hollywood, lugar que le parecía aburrido y deprimente, solo fantaseaba con ir allí para actuar en su propia película y amigar con Sinatra para beber y cantar sus canciones.

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La novela emblemática, la biblia del movimiento beat, 'On the road' (En el camino) ha tardado en ser llevada a la pantalla y no por falta de pretendientes. La Warner Brothers, la Paramount y Marlon Brando pujaron por los derechos para una película. Es anecdótico que Kerouac hubiera soñado con Brando y Montgomery Clift como protagonistas del film en los papeles de Neal y Jack respectivamente, aunque el protagonista de 'La ley del silencio' terminó considerando la novela demasiado floja para filmarla. La Twentieth Century-Fox le pidió un guion de la novela, pero la violencia que los productores querían incluir en la película, pidiendo incluso la muerte en accidente de uno de sus protagonistas, Dean Moriarte, para explotarlo en comparación con el accidente de James Dean, fue rechazada por el autor, al considerar que esa idea cruel no era representativa de su obra. Al fin, una pequeña empresa, Tri-Way Productions, que al final quebraría, adquirió los derechos de la novela. Pero su futuro como producto de la industria del cine está asegurado, Francis Ford Coppola tiene comprados los derechos de rodaje, ¿podrá filmar los muchos lugares que visitaron a lo largo de Estados Unidos y México, recorriendo 39.344 kilómetros? y ¿logrará plasmar el espíritu beat...? Esperamos con miedo y dudas que lo consiguiera. Pero el filme llegó y 'On the road', dirigida por Water Salles, con una buena interpretación de Garrett Hedlund, en el papel de Moriarty, se estrenó en el festival de Cannes 2012, con opciones a premio como mejor película. Posteriormente, en el Festival de Cine de Toronto, se proyectó el filme en una edición más corta (124 minutos, frente a los 137 minutos originales). La crítica no fue todo lo alentadora que podían imaginar. Una vez más, y son muchas, el séptimo arte no puede con la buena literatura ni con la mala. Los que quieran disfrutar de la pureza de la historia, sin estar mancillada por guion alguno, la tienen en castellano en la editorial Anagrama, donde también pueden encontrar la trascripción –traducción– del rollo original de teletipo en el que el autor escribió la novela.

Otra de sus novelas fue despedazada. Todo se plegó a los intereses del dólar, de la taquilla, y Jack, contemplando la película, sintió convulsiones estomacales al ver cómo su experiencia en el Greenwich Village de Nueva York, plasmada en un libro había sido vilmente ultrajada. El filme 'The Subterraneans'(Los subterráneos), «Y yo me vuelvo a casa, habiendo perdido su amor. Y escribo este libro», una cruda y real historia, se presentaba en las salas de cine de manera superficial, dirigida por Ranald McDougall y con George Peppard en el papel de Leo Pecepied (Kerouac) y Leslie Caron en el albino papel de Mardou. MGM se había preocupado poco porque esta confesión pura y desnuda no se trivializase haciendo una producción tan ligera como la que llegó a las pantallas. Casi siempre el cine desbarata una creación narrativa, mostrando su impotencia para crear argumentos originales.

No es una de sus novelas más conocidas y, como es habitual en su literatura, tiene un gran contenido autobiográfico. Hablo de 'Big Sur', novela editada en 1962 que fue trasformada en guion y dirigida por Michael Polish en 2013, teniendo como protagonista, el alter ego del autor, a Jean-Marg Batt. Nuevamente el impacto de la imagen no supera el peso de la palabra.

Nuestro novelista conoció al fotógrafo Robert Frank, para quien prologó un libro de fotografías. Ambos llegaron a entenderse y, junto con Alfred Leslie, formaron un triunvirato con la intención de filmar una obra de teatro titulada 'La generación beat' escrita por Kerouac para Lillian Hellman. Para desgracia de nuestro autor, dicho nombre lo había registrado la productora MGM. Al guion que surgió del tercer acto de esa pieza creada sobre un hecho real ocurrido en casa de Cassady, le pusieron por título el del poema escrito por Ginsberg y Jack en 1949, 'Pull My Daisy' (Tira mi margarita) y la música corrió a cargo de Dave Amram. El filme recibió el premio del Museo de Arte Moderno y participó en el Festival de San Francisco. Ciudad en la que nuestro protagonista da nombre a una calle. El mediometraje está declarado como bien de Interés Cultural por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.

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El motivo de estas líneas no es otro que rendir homenaje, recordar a Jean-Louis Kerouac, padre de la generación beat, que murió hace cincuenta años, un 21 de octubre de 1969 en St. Petesburg, Florida, víctima de sus propios excesos, en el hospital de San Antonio. Ese mismo año el Apolo XI llegó a la Luna.

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