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India: una literatura inabarcable
El influjo ·
El aliento épico del pasado, la colonización e independencia de Gran Bretaña y Gandhi han permeado las obras literarias durante décadasSecciones
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El aliento épico del pasado, la colonización e independencia de Gran Bretaña y Gandhi han permeado las obras literarias durante décadasPor la amplitud del país, al que, no en vano, se le denomina el subcontinente asiático, y las quince lenguas oficiales que tiene, entre otras ... hindi, bengalí, telugu, urdu y tamil, a las cuales se une el inglés como lengua asociada con un arraigo importante derivado de la colonización inglesa, todo intento de dar cuenta de la su literatura ha de ser, por fuerza, somero. Lo que sigue es un pequeño esbozo centrado en la literatura indo-angla, por ser la más conocida fuera de sus fronteras, con alguna breve incursión en obras y autores que escribieron en otras lenguas.
Las primeras obras conocidas, los poemas épicos 'Mahabharata' y 'Ramayana', de origen oral y fijación escrita entre los siglos V y II a.C., marcan el carácter de la literatura india contemporánea donde no es raro encontrarse con novelas de dimensiones y aliento épicos. También la independencia en 1947 imprime su huella, que aún persiste. Esta, junto con el ejemplo de Mahatma Gandhi, son elementos ideológicos que permearon las obras literarias durante varias décadas. No podía ser de otro modo, pues la literatura no existe aislada, sino que refleja las ideas, los problemas y las incertidumbres de las sociedades en las que surge.
Entre los narradores importantes que escriben justo antes de la independencia destaca el prolífico Mulk Raj Anand. Señalaría su novela 'Intocable' (1935), en la que, desde un realismo objetivo, narra la vida de un intocable en la India colonizada. Anand ya apuntó a una de las cargas del escritor indio en lengua inglesa. Como tantos otros, sentía el peso de la tradición india y la europea, lo que se refleja en sus novelas, donde lo europeo tiene mayor peso. Algo similar ocurre con Raja Rao, cuya formación inglesa lo lleva a juntar lo europeo y lo hindú en sus novelas, o lo que era lo mismo en los años anteriores a la independencia, a Marx con Gandhi.
Rabindranath Tagore 'El cartero del rey. El asceta. El rey y la reina'. Alianza editorial, 2018.
Salman Rushdie 'Hijos de la medianoche'. Debolsillo, 2005.
Salman Rushdie 'Ciudad Victoria'. Madrid: Literatura Random House, 2023..
Anita Desai 'Ayuno, festín'. Alianza editorial, 2000.
Arundhati Roy 'El dios de las pequeñas cosas'. Anagrama, 2006.
R. K. Narayan 'El vendedor de dulces'. Bambú editorial, 2011.
Rohinton Mistry Un perfecto equilibrio'. Literatura Random House, 2003.
'Doce poetas bengalies: antología de poesia india contemporánea' Murcia. Colegio oficial de aparejadores y arquitectos técnicos. 2006.
Vikram Chandra 'Tierra roja y lluvia torrencial'. Siruela, 2005.
De entre los autores que escriben en el eje temporal de la independencia destaca también R.K. Narayan, autor de novelas situadas en Malgudi, una aldea imaginaria en la que el novelista recrea la India de su época. Son novelas realistas, en las que, a pesar de que la escala humana parece pequeña, Narayan logra una representación literaria en que lo humano, la compasión y el humor se alían. Al contrario que estos tres autores, que escriben novelas de corte realista, V.G. Desai escribe la novela experimentalista 'Todo sobre H. Hatter' en 1948. Tuvo más repercusión en Inglaterra que en la India. Lo que une a todos estos escritores, además del esfuerzo por iniciar una literatura india que refleje la experiencia de la India, es la sensación de encontrarse fuera de lugar en su propio país, algo que el mayor éxito literario que tuvieron en la metrópolis colonial reforzó. Las conexiones de la India con Inglaterra y ese sentirse fuera de lugar han propiciado una especie de diáspora literaria entre los autores indios, algunos de cuyos representantes son Bharati Mukherjee o Rohinton Mistry.
En la década de 1980 surge una nueva generación de escritores entre los que destaca, no solo por razones ajenas a la literatura, Salman Rushdie. Es este uno de los mejores novelistas de su época. Sus novelas unen la crítica social y política a la India, Pakistán o las religiones en narraciones que son un ejemplo de realismo maravilloso. 'Hijos de la medianoche' (1981) es una novela de aliento épico en que Rushdie narra las aventuras (y desventuras) de Saleem Sinai, uno de los mil niños que nacieron en el momento de la independencia. La vida de Saleem es un reflejo de los acontecimientos políticos que vive la India durante los primeros años como nación. El realismo mágico amplía la trama y le procura una verosimilitud, dentro de los inverosímil de algunas peripecias, que, en una novela realista, serían inaceptables.
Si Rushdie es el novelista posmoderno al modo de Gabriel García Márquez, Italo Calvino o Günther Grass, Anita Desai es la autora de novelas líricas en la línea de Virginia Woolf o las hermanas Brontë. Es también una excelente cuentista que vive entre la India, Estados Unidos e Inglaterra. Hay quien dice de ella que es una digna heredera de Tolstoi, yo me inclino más por Chéjov, por aquello de la sugerencia que no termina de decirse. Junto a ella, con una actitud más crítica con el gobierno indio, podemos situar a Arundhati Roy, autora de una novela muy famosa, 'El dios de las pequeñas cosas' (1996). Roy, que comenzó como guionista, ha continuado con su obra literaria, narrativa y ensayística, y su crítica a los gobiernos indios por, entre otras razones, el desarrollo de armamento nuclear.
Tuvo gran repercusión pública la publicación de 'Un buen partido' (1993) de Vikram Seth, novelón de proporciones casi descomunales. Seth, que sigue la línea posmoderna de mezcla de géneros y estilos dentro de la novela, sin por ello ser un simple continuador de Rushdie, en esta novela trata el espinoso asunto de los matrimonios concertados. Ha escrito un libro de viajes además de otras novelas, una de ellas, por cierto, en verso.
De entre los autores más jóvenes destaca Vikram Chandra, autor que refleja el cambio de época, pues 'Juegos sagrados' (2006) fue llevada al cine por Netflix, lo que nos lleva a pensar en la adaptación del escritor a la audiencia del mundo audiovisual. Su primera novela 'Tierra roja y lluvia torrencial' (1995) fue premiada, algo que el libro de cuentos 'Amor y añoranza en Bombay' (1997) y su última novela, han continuado.
En España, gracias a las traducciones que de su obra hicieron Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí, fue muy conocido Rabindranath Tagore, poeta al que le concedieron el premio Nobel de Literatura en 1913. Sin embargo, a pesar del éxito en su época, Tagore no logró crear un interés por esta literatura en España. No han faltado poetas en la India. Nombraré, sabiendo que son solo unos pocos, a A.K. Ramanujan, Meena Alexander, Agha Shahid Ali, Eunice de Sousa y Nissim Ezekiel. Les caracteriza, además de su dedicación a la poesía, a la traducción y a la escritura de ensayos, el haber sido profesores en universidades europeas, estadounidenses e indias. Otros poetas más jóvenes son Tharik Hussain, musulmán, lo que se nota en su poesía y en su trabajo en favor de la historia musulmana en la India, y, por último, Ranjit Hoskote, continuador de la poesía india en lengua inglesa.
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