Un flamenco que bebió de Duchamp y Berruguete

El alcalde Valladolid, Óscar Puente, rememoró los orígenes humildes del bailaor, segundo en una familia de 13 hermanos nacido en la calle Tudela en 1888. Hijo de zapatero, sus primeros zapateados los dio sobre las tapas de alcantarilla y soñó con los escenarios siendo linotipista en varias imprentas de la ciudad. Este contacto con la tinta marcó su querencia por los grabados y la cartelería de sus espectáculos, como señala Romero, y puede verse en las planchas que están en la exposición.

Autodidacta que aprendió de los gitanos se proclama enemigo de la exageración y termina por exagerar su estilizado purismo. Bailó con La Argentina, con Paulova, con Pastora Imperio, con Camita y Mariemma. Escenarios, espectáculos y giras pueden seguirse en el despliegue de carteles. Sus castañuelas, la guitarra acompañante, los discos, también pizarras con grabaciones de su taconeo, partituras de Ernesto Halffter o su amigo Manuel de Falla, pueblan paredes y vitrinas.

Entre los documentos, los trajes del bailarín, sus dibujos y cartas. «Hemos descubierto una película rodada por el propio Escudero de un concurso de baile que organizó en Granada. Lo ganó una niña del Sacromonte de seis años, Lolita Montoya. Vicente daba el premio, mil pesetas que para 1932 era mucho dinero».

La Sala 0 está dedicada a la relación con su tierra. «Tenemos el guion y el cartel de una película, la primera que rodó, pero no aparece la cinta de 'Gitanos de Castilla'.Él hace de cicerone que se encuentra con una pareja de gitanos a los que enseña la ciudad antes de su boda en el Pisuerga. Les va comentando los edificios y el patrimonio de la ciudad y al final, baila un seguiriya».

Su fascinación por la escultura policromada le lleva a hilvanar «la teoría de un flamenco castellano sobrio y otro andaluz de más adorno, el primero de origen indo iranio en el que se enmarca Berruguete. El segundo de Juni, de origen gitano pasado por el mundo árabe que es barroco. Eran ideas coetáneas entre intelectuales de Madrid entre los que estaba Val del Omar, quien viene al Museo de Escultura a rodar con él 'Fuego de Castilla'. Allí él baila una seguiriya con el 'SanSebastián' deBerruguete mientras la 'Virgen' de Juni encarna el papel de cantaora».

Dibujó cuando ya no podía bailar, recordando cuando lo hacía para explicarse en sus conferencias, de esas «anotaciones coreográficas» también habla la muestra. Escribió libros, hizo películas, produjo espectáculos. Tuvo relación con Duchamp, Picasso o Miró, entre otros. Fue retratado por Avedon, Man Ray o Colita, entre otros, y la muestra también da testimonio de un Escudero pedagógico, en incontables poses que ejemplifican cada paso. De TVEes un documental en el que explica su decálogo, un Vicente ya mayor, sin apenas dientes pero con un pleno dominio de su cuerpo.

Una gran panorámica de un artista de vanguardia, «un fuera de serie» para el que Romero reclama un sitio en la historia general del arte español. Él lo introdujo en el Reina Sofía, «está al lado del Guernica, allí se proyectan sus películas».