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Mercedes Muñoz, en el órgano de la iglesia de San Andrés. Carlos Espeso
Enamorados de la trompetería barroca
Discretos Indispensables

Enamorados de la trompetería barroca

Mercedes Muñoz preside la Asociación Manuel Marín de Amigos del Órgano de Valladolid, dedicada a la difusión de la música de este instrumento

Victoria M. Niño

Valladolid

Viernes, 16 de septiembre 2022, 00:01

No hay explicación que justifique el 'flechazo' entre un oído y un registro, entre un intérprete y su instrumento. Es una elección «inconsciente, como la preferencia por un color o por un tipo de personas», dice Mercedes Muñoz recordando la respuesta de un profesor. Estudió piano y más tarde descubrió el órgano gracias a la Asociación Manuel Marín que ahora preside. «Me identifiqué en seguida con los fines que perseguía; enseñar a músicos aficionados para mantener vivos los órganos históricos de la provincia tocándoles de vez en cuando», recuerda quien acudió al concierto de la Asociación en 1995 por una nota en este diario y al año siguiente se convirtió en alumna del Curso de Iniciación al Órgano Barroco Español. Lucía Riaño dirigía la cita en Medina de Rioseco y fidelizó a Mercedes en el Aula de Invierno Francisco Ortega.

Su bisabuelo fue organista en La Seca y las siguientes generaciones siguieron en el mundo de la tecla pero en el piano. «En las familias se heredan las aficiones. Ya no existen organistas titulares, así que me gustó la idea de la Asociación. Trabajé mucho tiempo con Lucía, en 2004 ocupé la vicepresidencia y cuando ella murió en 2017, la sucedí de forma natural». 53 socios, siete de ellos en la Junta directiva, organizan los conciertos y los cursos, hasta que llegó la pandemia.

«Tenemos una subvención de la Fundación Municipal de Cultura además de las cuotas de los socios. Da para un concierto de una primera figura al año (han traído a Montserrat Torrent la decana de los organistas europeos) y para los de los alumnos», explica esta bibliotecaria de la UVA enamorada de los órganos barrocos. «Se trata de instrumentos históricos, de factura artesanal, cada uno es único. Por eso les gusta venir a los estudiantes del ciclo superior, por la oportunidad de conocer, y estudiar en estos instrumentos, y también por poder tocar en público».

La 'red' de la que dispone la Asociación comprende los órganos de SanAndrés, Las Huelgas, San Felipe Neri y el Santuario, prestados según «el gusto del párroco por la música porque todo órgano es él y su caja de resonancia, lo que le rodea». Porque «siempre hay personas más colaboradoras que otras. Estamos condicionados por el culto y en el caso de Las Huelgas, por el horario de las monjas de clausura». Aceptadas las limitaciones, Mercedes apunta que «son órganos de gran valor patrimonial restaurados con fondos públicos que sería deseable estuvieran abiertos». Sus conciertos son gratuitos, «nuestro lema es 'Entrada libre, trabajamos por amor al arte'» y han descubierto el órgano a muchos asistentes. «Cuando termina, la gente se acerca a conocer el instrumento; su compleja mecánica, los tubos, los registros y la belleza de sus cajas. En la provincia de Valladolid hay medio centenar de órganos en funcionamiento de los cuales 34 son barrocos». Mercedes anhela poder retomar el Curso de Iniciación y sueña con que se implanten los estudios de órgano en el Conservatorio de Valladolid.

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