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Emmy Hennings. Efe
Emmy, bohemia, fuerte, desesperada

Emmy, bohemia, fuerte, desesperada

Emmy Hennings mostró la otra cara del feminismo y la miseria existencial en la Alemania de entreguerras

Jueves, 10 de octubre 2019, 20:50

Fue el rostro femenino de Dadá y de cuanto era moderno, también la imagen de una miseria existencial en la Alemania de entreguerras, con una ... bohemia aceptada, dificultades económicas y una búsqueda desesperada de algo, que pudo ser el cristianismo primitivo que estudiaba su compañero sentimental, el también dadaísta Hugo Ball, que falleció en 1927. Hablo de Emmy Hennings (1885-1948). Nacida en un pueblo al norte de Alemania -casi frontera con Dinamarca- Emma Maria Cardsen, Emmy, fue pronto a Berlín, llamada por una ciudad culta y alegre. Emmy adoptó pronto el apellido de su primer y fugaz marido, Joseph Paul Hennings. Siempre sería ya Emmy Hennings, una chica atractiva, al día, culta, sin miedo, que al entrar en la bohemia real, se aficiona a las drogas y al cabaret, en el que llega a actuar, cantando y bailando. Vuelve a casa Emmy, de amanecida, drogada y sin futuro. De ahí saldrá su libro de poemas 'Estrofas del éter' –en español publicado junto a su primera novela 'Cárcel'– los poemas de 1913, la novela de 1919. En esos momentos (pronto con un relativo éxito literario) Emmy ha pasado ya por demasiadas cosas: el cabaret humilde, la prostitución para ganarse malamente la vida (de ello trata su segunda novela 'El estigma' de 1920) y por supuesto su encuentro con Hugo Ball y con Tristan Tzara, con quienes funda en Zurich el famoso 'Cabaret Voltaire' en 1915. Emmy y Ball dejan pronto de ser dadaístas, porque buscan fronteras más sólidas, pero serán siempre modernos y apasionados, cuando Emmy (después de la Primera y desastrosa guerra) escribe sus propias experiencias, en una prosa cortante y eficaz: 'Cárcel' es el recuerdo de sus meses de prisión por desavenencias con un cliente. Porque ¿quién creería a una puta?. Y aún mejor 'El estigma. Un diario.' (ambas editadas en español por editorial El paseo de Sevilla, que dirige David González Romero) relata, con pleno fuego y desastre existencial, su vida como vagabunda y pronto prostituta buscando una salida a su vida… Su ferviente y continuo admirador, fue el luego premio Nobel, Hermann Hesse, que escribió reseñas apasionadas sobre sus libros y conoció a Emmy, o al menos se carteó con ella.

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