Descubrimiento y reordenación

La antología 'Vindictas' presenta dos líneas de fuerza: el descubrimiento de algunas escritoras y la reordenación del canon literario latinoamericano

Viernes, 26 de marzo 2021, 09:00

Hay en 'Vindictas' dos líneas de fuerza: el descubrimiento de algunas escritoras y la reordenación del canon literario latinoamericano. Los editores, quizás por aquello de la necesidad de que el libro destaque entre tanta novedad, han subrayado la primera de las líneas. Para ellos importa ... la reparación de la injusticia social y literaria que se causó a estas escritoras al no prestarles la debida atención. No dejan de tener razón pues, como en tantos otros órdenes de la vida, las escritoras iban después de los escritores. La reordenación del canon –siempre inestable, siempre cambiante, no hace falta más que fijarse en lo que ha variado en el último siglo– es, a mi entender, más interesante, aunque soy consciente de que no lo más popular.

Publicidad

Traer al frente a estas escritoras implica –más allá de la visibilidad de las escritoras, que es de justicia– reevaluar la aportación de tantos grandes escritores latinoamericanos del siglo XX y también las poéticas latinoamericanas. Sin entrar en honduras sabemos que hay una poética americanista recreada con los modos literarios propios del siglo XX. Hay otra que es cosmopolita, tampoco falta la vanguardista, y, por último, está Gabriel García Márquez, cuya 'Cien años de soledad' es quizás la novela que mayor transcendencia ha tenido en Hispanoamérica y en España en el siglo XX, aunque dudo mucho de que sea la mejor, ni siquiera la más interesante.

La antología sirve para conocer los estilos y modos de escritura de varias mujeres con propuestas literarias interesantes integradas en lo que fueron las corrientes de entonces. También sirve para conocer sus modos, entre los que destaca la atención al cuerpo propio –a un nivel, en muchas ocasiones, fisiológico– la indagación de la identidad femenina –y aquí he de reconocer que 'Desaparecida' me ha parecido fuera de lo común– o la poca presencia de los conflictos de clase. Por el contrario, el más importante es la desigualdad de la mujer, representado en términos personales más que sociales. Las diferencias de clase que haya entre ellas no tienen un papel relevante teniendo siempre la rivalidad sexual mayor importancia. Tampoco hay eso que se ha dado en llamar sororidad, pues sí que hay disputas entre mujeres, casi siempre por las relaciones de preeminencia y subordinación en torno a un varón.

No pretendo con esta breve enumeración –a la que habría que añadir la importancia de los sentimientos en la narrativa– resumir las poéticas incluidas en el libro. Toda antología es una declaración de intenciones. Los antólogos pretenden dar a conocer y subrayar un modo de escribir. Bien está que así sea, y nada hay que reprocharles siempre que no olvidemos que ese modo deja de lado otros igual de válidos, que saldrán a la luz con el tiempo. La antología pretende cambiar el modo en que hemos entendido la literatura latinoamericana mostrándonos nuevas líneas de fuerza y modelos narrativos hasta ahora dejados de lado.

Publicidad

En resumen, 'Vindictas' es una gran antología porque reúne un conjunto de narraciones meritorias. Me queda la duda de si estas 'nuevas escritoras' no mandarán al olvido a otras ya establecidas. En un país donde la lectura no es una de las actividades más populares y donde las modas desempeñan un papel excesivo, no sería de extrañar que esto ocurriera.

'Vindictas. Cuentistas latinoamericanas'. Varias autoras. Páginas de Espuma. Madrid, 2020. 280 páginas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad