Escena del documental, momento del reconocimiento de Rosa Peral en el lugar del crimen.

La voz del crimen

Las series basadas en sucesos reales amplían su radio de acción con los documentales sobre los mismos

David Barreiro

Jueves, 12 de octubre 2023, 10:39

Son varios los motivos por los que el género documental está en auge en la actualidad. Pero hay uno por encima de todos. ¿Se imaginan cuál? En efecto, el dinero. La producción de lo que se conoce como unscripted es mucho más barata que la ... ficción. No hay que pagar a grandes estrellas, los equipos son más reducidos, pueden hacerse en unos pocos meses, las necesidades técnicas son menores. En definitiva, se trata de producciones mucho más económicas.

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Otro factor es que comienza a detectarse cierto agotamiento en la ficción. Algunos analistas estadounidenses se han referido a este respecto con la frase «we don't need more heroes» (no necesitamos más héroes) aludiendo a la saturación que comienzan a producir en el público las interminables sagas de los personajes con capa y mallas elásticas, epítome del cine actual de los grandes estudios, universos que ya parecen haber comenzado su contracción.

En respuesta a esto, los documentales se sitúan como un género a priori invencible: son muy baratos en comparación con la ficción y responden a una necesidad de la gente de ver historias reales con las que se identifica.

Y entre ellos, el 'true crime' es el género por excelencia. Uno de cada cuatro de los estrenos de no ficción en el mundo corresponden a crímenes reales. Confesémoslo: nos fascinan los crímenes, secuestros y estafas. Nos atraen los descuartizadores, asesinos en serie o ladrones de guante blanco. De famosos y desconocidos, actuales y pasados. Es tal el éxito que vive el género que, ante un posible colapso, no es difícil imaginar a alguien en un despacho acristalado que mira al horizonte decir: a esto hay que darle una vuelta.

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Y esa vuelta ha llegado. 'Las cintas de Rosa Peral' (Netflix) es el último (y polémico) éxito de no ficción de la plataforma del tudum. Narra lo que se conoció en los medios como 'el crimen de la Guardia Urbana', el asesinato de Pedro Rodríguez, agente de la Guardia Urbana de Barcelona, por el que fueron declaraos culpables Rosa Peral, pareja de la víctima, y Albert López, su amante.

La historia ya había sido tratada (nada menos que en cuatro episodios) en la serie 'Crims' (Movistar+) de Carles Porta, por lo que Netflix sabía que tenía que aportar algo nuevo ¿Y qué es lo que aportó? La voz del crimen.

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Rosa Peral da su versión de los hechos a partir de una entrevista desde la cárcel en la que cumple condena. Grabada seguramente con un teléfono móvil, las opiniones de una mujer sentenciada por asesinato plantean un dilema ético y deontológico apasionante. El resultado es un documental que no aspira a contar la historia, a explicar los hechos, sino su repercusión, que pone la mirada en el eco mediático y en los posibles agujeros del caso y que sitúa a la protagonista en una peliaguda línea entre la culpabilidad y el victimismo. Una línea peligrosa que, según se rumorea en el sector, va a volver a cruzarse muy pronto con alguno de nuestros criminales por todos conocidos.

Estaremos atentos.

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