Ilustración de Cinta Arribas para 'Abuela, nieto y burro'.

Convivir con el juicio ajeno

La vallisoletana Cinta Arribas ilustra 'Abuela, nieto y burro', un clásico reescrito por Caxoto

Victoria M. Niño

Valladolid

Sábado, 1 de junio 2024, 08:37

Cuentos tradicionales contados con voz y lápiz actuales, ese espíritu anima la colección de Triqueta Editora. Su última entrega, 'Abuela, nieto y burro', concita el texto de Caxoto y la ilustración de Cinta Arribas.

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El relato del viaje de una persona mayor, un niño y ... un animal que a su paso provocan todo tipo de juicios en quienes los ven es uno de esos cuentos que retan cada cierto tiempo a los narradores orales y a los creadores visuales. Caxoto opta por el ritmo del verso de rima asonante, con una estrofa descriptiva de los tres protagonistas y la disposición en cada momento, para seguir con dos cuartetas que cuentan el encuentro y la reacción, cerrando con la «mirada avergonzada» de niño y abuela.

Abuela, nieto y burro

  • Caxoto, Cinta arribas. Triqueta Editora. 40 páginas, 16,95 euros. A partir de 5 años.

Cuando caminan los tres, cuando la abuela avanza subida al burro, cuando lo hace el niño o cuando ambos llevan en brazos al animal, siempre hay quien reprueba la elección. Ahí está la moraleja de este cuento: hagas lo que hagas será interpretado por los demás de tantas maneras como personas miren, por eso, haz lo que debas o quieras.

El tono coloquial de Caxoto contrasta con la sofisticación de la ilustradora vallisoletana Cinta Arribas, bregada en textos contemporáneos de autores internacionales. Elige una paleta de azul, rosa, su suma en el magenta, y el amarillo. La decoración geométrica y el juego de perspectivas y proporciones caracterizan su estilo de composiciones limpias y sobrias.

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El mundo rural, los vínculos familiares, los enseres agrícolas pueden ser dibujados desde estéticas que escapan al realismo y, sin embargo, iluminan de forma eficaz el texto, haciéndolo más atractivo.

Cinta Arribas alterna la cartelería con la publicidad, la ilustración de prensa con la de álbumes, en su reconocible estilo. Caxoto (Felipe Díaz) es un cuentacuentos profesional que trabaja sobre todo en su Galicia natal para público infantil y para público adulto. Nos regala el conclusivo final que dice: «hacer caso a la gente / no siempre es acertado; /sin vela en el entierro/ mejor estar callados».

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Un cómic ingrávido

Cosmo es un astronauta muy particular que se lanza al espacio sin más protocolo que su mochila propulsora y su temeridad. Cuando se da cuenta, está solo en un medio que no conoce y con las mismas necesidades humanas que tenía en la Tierra. Topará con extraños compañeros de viaje y gozará de su aventura.

Cosmo en el espacio

  • Javi de Castro. Astiberri. 64páginas. 11 euros. Apartir de 7 años

El dibujante leonés Javi de Castro, conocido por 'Villanueva' (Astiberri) crea su primer cómic para niños y les propone un juego: girar como Cosmo, como la Tierra, y leer ajenos a la gravedad y a la linealidad. Compone su aventura en dos direcciones, una primera con bocadillos en blanco y una segunda, en amarillo y para ser leídos con el libro al revés. El resultado es un divertido tebeo que engancha por la forma y por la historia.

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Fascianción por los peces

Todo empezó por una pecera y un niño que buscaba compañía para Osvaldo, su pequeño pez. Fue con su abuelo a pescar y volvió con un tiburón que solo cabía en la bañera. El escualo trastorna los planes de los protagonistas. La aventura de los tres personajes es la columna vertebral de este pequeño álbum, Un tiburón en la bañera' (Nórdica) que tiene otra lectura, la de las palabras nuevas que el niño apunta en una libreta.

Un tiburón en la bañera

  • David Machado, Paulo Galindro. Nórdica. 40 páginas. 15,95 euros. Apartir de seis años.

En caja alta y negrita destacan vocablos como perplejo, radiante, inquisitiva, deslumbrado, pavor, estupefacción, melancolía, enfurruñado y un corto etcétera. El abuelo quiso poner fin a la catastrófica idea de tener un tiburón en casa y volvieron a la playa (con el gran pez en el maletero del taxi) a intentarlo de nuevo, pero el remedio fue peor.

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