Cuando catedrales y castillos se imponen a cines y edificios fabriles

Desde 1990 trabaja esta entidad en el empeño de inventariar y divulgar el valor patrimonial del Movimiento Moderno comprendido entre 1925 y 1965. Entonces se estableció un registro de 166 edificios más representativos de ese período en el territorio ibérico, a los que seguiría una ampliación temporal hasta 1975. En la actualidad lo conforman 2.438 obras.

Cada primero de octubre desde 2012, el Colegio de Arquitectos de Valladolid (COAVA) celebra el Día Mundial de la Arquitectura con la colocación de una placa Docomomo. La primera correspondió al Colegio Apostólico de los Padres Dominicos (1952-1957), obra de Miguel Fisac; le seguiría la anualidad siguiente otra placa colgada en el Mercado Central de Abastos de Valladolid (1965-1966) de Juan A. Aguiló Villahermosa y Ángel Valdés Martínez (actualmente Centro Integrado de Equipamientos), en la calle Cigüeña y Tórtola. Este año el edificio elegido es el de la Casa Cuna, proyectada por Ángel Ríos Gómez e Isaías Paredes Sanz. Este inmueble se impuso a la Casa Luelmo y a las viviendas y oficinas de Caja España en la encuesta realizada entre los colgiados.

Desde 2012 en las nueve provincias de Castilla y León se han colgado 72 placas que distinguen a construcciones representativas del Movimiento Moderno. «En la región tenemos ejemplos importantes de edificios diseñados por grandes arquitectos», abunda Pérez Barreiro citando a Fray Coello de Portugal, autor en Zamora del colegio de la Divina Providencia y en Valladolid del colegio mayor Santo Tomás. «En Castilla y León el diseño moderno tiene su relevancia, no debemos olvidarlo». Aunque no hay entre los arquitectos una manera exclusiva de entender la época en la que idearon sus edificios, el arco temporal entre 1925 y 1965 coincide con el período que abrió la Exposición Internacional de Artes Decorativas de París y con los cambios en el modo de concebir la arquitectura que supuso la muerte de Le Corbusier y su defensa de la funcionalidad. «El Movimiento Moderno surge en Francia, entra con fuerza en Cataluña y País Vasco, pero estábamos en una dictadura y en aquel momento se planteaba una vuelta a la arquitectura tradicional, así que esa influencia tardó más en llegar y por tanto, se decidió con criterio lógico ampliar diez años más la catalogación de edificios para recoger ese reflejo de modernidad», remarca la arquitecta.

En la lista de patrimonio moderno de la región cita las viviendas de Taray en Segovia, los cines Roxy en Valladolid y los Ortega en Palencia, sin olvidar iglesias que se construyeron en ese contexto de modernidad, como el santuario de la Virgen del Camino, en León, el templo de los Padres Misioneros Claretianos en Segovia o el colegio La Inmaculada de los Hermanos Maristas en Valladolid. «Es hora de que empecemos a valorar estas construciones, tienen su atractivo arquitectónico, una belleza que quizás no entra tan fácil por los ojos, pero merece la pena acercarse a ellas y protegerlas con criterio», detalla la docente de la Universidad de Valladolid. «Y sobre todo –concluye–, entender que cualquiera no puede entrar a intervenir en ese ámbito sin un conocimiento del edificio».