Los alumnos de la escuela Bañuelos de Bureba en 1936.

Abella rescata al maestro Benaiges

El narrador burgalés novela la historia del profesor que quiso llevar a sus alumnos al mar

Yolanda Yzard

Valladolid

Viernes, 12 de marzo 2021, 09:11

¿Qué hay tras esa ya mítica fotografía de 1936 que retrata al maestro de un pequeño pueblo burgalés, Bañuelos de Bureba, con sus diecisiete alumnos? ¿Quién es ese atractivo maestro de camisa roja –la única prenda coloreada de la foto–, Antonio Benaiges? ¿Por ... qué se quedó en Briviesca durante las vacaciones en lugar de regresar a sus tierras catalanas, una decisión que le costaría la vida? ¿Quién era esa mujer «libre» a la que amaba? ¿Por qué le querían tanto sus alumnos y no tanto algunos adultos? ¿Qué plantó para merecer los dos años de investigación que le llevó escribir 'Aquel mar que nunca vimos' (Valnera) a su autor, José Antonio Abella (Burgos, 1956)? ¿Y quiénes le asesinaron al día siguiente del inicio de la Guerra Civil, el 19 de julio? ¿Y dónde está enterrado?

Publicidad

Aquella fotografía, bella y sobrecogedora portada de un cuidado libro impreso a cuatro colores, se convertiría en el puntal de una ardua y rigurosa investigación, por momentos apasionante, que José Antonio Abella emprende para responder a estas preguntas a través de entrevistas a sus alumnos y sus sucesores, amigos, vecinos o parientes. Sabe que el tiempo corre en su contra: apenas quedan testigos directos que puedan hablar de aquel maestro catalán de treinta y tres años que derramaba entusiasmo por la educación de los niños, que empleaba en sus clases técnicas tan novedosas como la Freinet, basada en el uso de la imprenta como método creativo de libre expresión y la convicción de que los niños debían ser parte activa de su propio aprendizaje. Gracias a estas entrevistas, pero también a los documentos oficiales hallados (algunos provenientes de los sobrecogedores Expedientes de Regulación) y a los propios escritos del maestro desenterrados del olvido, sabremos que Benaiges era un hombre que sabía disfrutar de la vida pero al que le costaba reprimir sus impulsos, movido por el convencimiento de que urgía imponer la revolución de las ideas. Eran tiempos difíciles para la visión sosegada, en una España atrasada, pobre e ignorante que el autor dibuja con verosimilitud, en toda su crudeza, dejando claro que se trata de contar media historia, pues la otra, la de los vencidos, ya ha sido contada. Dejando de lado también a esa otra España, la llamada tercera España, que acabó siendo víctima pasiva de unos y otros.

Pero como veremos a lo largo de sus muchas y nutritivas páginas, no va a poder responder a todas estas preguntas. Acabaremos sabiendo que sus restos no están en La Pedraja, sino en La Machacadora, aunque a falta de una confirmación definitiva. No sabremos tampoco quién era la mujer amada porque el peso aún temible del pasado sobre quienes le informan le obliga a comprometerse a no desvelarlo. No logramos saber sino por suposiciones del autor en sus entrevistas apócrifas quién lo asesinó, pero sí aportará datos de algunos de los niños de la fotografía que no llegaron a ver el mar como les había prometido su maestro. Y nos hallaremos con lo inesperado: esas otras impresionantes historias no buscadas de víctimas asesinadas, muchos de ellos maestros también como Benaiges, otros que se hallaron junto a él encarcelados o que huyeron de la muerte. Imborrable, escalofriante, la del joven que escapó por los campos ardientes de la Bureba perseguido y rematado sin compasión por el herrero del pueblo.

Este libro, escrito con técnica de montaje documental, además de ser una respuesta a algunas de sus importantes cuestiones, es, pues, la historia de una indagación, que debía haberse producido años antes pues ya no quedan testigos; la búsqueda es desesperada. Pero en la historia de esta indagación de impulso casi poético, la de reconstruir honestamente la vida de un hombre al que le arrebataron la luz en un tiempo feroz, hay una especie de «necesidad»; un cambio de propósito del libro, que muda de lugar. Abella nos está contando cuánto cuesta saber. Y al mismo tiempo nos pone ante sí mismo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad