Juan Carlos Quindós retrata en el Patio Herreriano la resaca de la euforia del ladrillo

«Esta urbanización, un clamoroso atentado a la ley de costas, llevaba llevaba 20 años paralizada gracias a la acción de ecologistas, políticos y ciudadanos, y llamó mi atención porque había convertido ese espacio de la isla en una especie de parque funerario», explicó el arquitecto vallisoletano Juan Carlos Quindós.

Captadas en blanco y negro, las fotografías muestran esqueletos de multitud de edificios a medio construir, varados en el tiempo y a medio camino entre la arena y el mar, con vistas abiertas al horizonte a partir de huecos en muros en los que nunca se llegaron a colocar ventanas. Las imágenes se complementan con una instalación sonora a partir del disco 'Nekropolis', de Daniel Savio, y otra formada por 75 bloques de cemento numerados, además de un montaje de vídeo que resume los 126 documentos gráficos encontrados por el artista en Youtube en los que aparece este «parque temático de la especulación», como lo denominó en la inauguración de la muestra la concejala de Cultura y Turismo, Ana Redondo, tras elogiar el trabajo de Quindós y justificar su presencia en la sala que el Patio Herreriano dedica a «artistas emergentes de Valladolid».

Con formación como arquitecto, Quindás se dedica a la fotografía y al vídeo y sus trabajos han sido expuestos en museos como el Nacional Cerralbo, La Casa Encendida, la sala de exposiciones de La Pasión, el Colegio de Arquitectos de Castilla y León, el LAVA y galerías de arte como La Gran.