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Los nacionalismos, el mal, la libertad y la creación en los márgenes articularon los cuatro diálogos del V Foro de la Cultura que transcurrió entre el Calderón y la capilla del Museo de Escultura.
Tenía 23 años y cursaba quinto de Medicina en la Universidad ... de Valladolid. Un día de 1968 a la salida de la Facultad, Iñaki Viar fue detenido. El bilbaíno pertenecía a una familia nacionalista y era militante de ETA «cuando no había matado a nadie todavía». Pasó ocho años en la cárcel y fue amnistiado. El psiquiatra se prestó al documental de su hijo Jon, 'Traidores', que fue estrenado en la Seminci, una suerte de «terapia familiar».
«El nacionalismo satisface a sus defensores, a sus proponentes, a un sector de la población española que sigue pensando que son especiales y pretende mantener esa diferencia y sacar beneficio», dice Iñaki, uno de los fundadores del Foro de Ermua. Su hijo Jon, de 35 años, añade otro matiz: «El nacionalismo es un cortina de humo para monopolizar el debate político y no hablar de cosas materiales que importan a todos. Yen el caso más extremo se llega a la xenofobia y al terrorismo». Pertenece a la generación que ha cuestionado la Transición, pero Jon es crítico con otra interpretación; «Se ha articulado un discurso que duda de la democracia y que llama presos políticos a los del procés equiparándolos a los de la dictadura. Reivindico la izquierda del PCE y de aquel momento que nada tiene que ver con el de ahora».
Por su parte Iñaki destacó el valor de la libertad. «He vivido 30 años en dictadura, ocho en la cárcel. La Transición me parece un gran progreso, una fortuna que ha permitido que viva otros 44 años sin censura, sin temor. Hay que recordar que gracias a la Transición, a la ley de amnistía y a la Constitución ampliamente aprobada por la población española hoy somos libres. Que hubo concesiones, claro que sí, pero para llegar a un acuerdo todos deben ceder, gracias a ellas estamos aquí».
'Traidores' es «una metáfora familiar a través del nacionalismo, porque romper con él fue como romper con la tribu», dice Jon refiriéndose a su familia. Les sorprendió mucho la repercusión mediática del documental que sin embargo fue recibido con el silencio en el País Vasco. «Hubo algún insulto de Bildu a mi padre. Antes de este proyecto tenía dos guiones relacionados con el terrorismo y solo han provocado desinterés. Creo que el enfoque que doy al tema no interesa. Yes que para mí ETAy HB son nazis, totalitarios y no podemos asistir callados al blanqueamiento del discurso oficial».
La maldad
El segundo debate tenía como punto de partida la maldad del personaje de Stevenson que podía ser Dr. Jeckyll o Mr. Hyde. Cristina Morales, premio Herralde y Nacional de Narrativa por 'Lectura fácil', y la youtuber y actriz Esty Quesada visitaron el lado oscuro del alma humana con mucho humor. Aunque al mal en el XXI se va por la tecnología como apuntó rauda Esty quien reconoció no haber leído el libro que ejemplificaba el tema y se asombró de que Morales viviera sin redes. «Internet es lo más real que hay en mi vida, es mi refugio. Las redes sociales sí que son una droga, hay gente peor que yo, me reconforta», afirmó la vizcaína.
Cristina Morales apuntó la tendencia social a ocultar todo lo que nos inquieta, «la maldad, la muerte, el dolor, el conflicto. Estamos en la política de la cancelación de todo lo que se considera moralmente dañino».
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