La Feria del Libro de Valladolid homenajea a Tomás Hoyas

Para Mayor, a Hoyas «no se le daba bien la noticia pura y dura, tenía demasiada riqueza lingüística», y subrayó cómo el columnista jamás le perdonó que, en su día, ella le señalara que se ciñese a la estructura sujeto-verbo-predicado. Quien fuera también bajo en el coro y actor «tenía un lenguaje barroco, preciso y trabajado, que fue evolucionando hasta alcanzar un discurso más directo».

Desde el cariño más cercano habló Lola Leonardo, para quien la relación que mantuvo durante tantos años con su compañero puede definirse como «muy de piel». Recuerda las ocasiones en las que ambos bajaban de El Mundo en el coche, fumando y cantando 'La flor de la canela' de María Dolores Pradera. Rechazó la también colaboradora de El Norte de Castilla que su amigo fuera un perfeccionista: «Era exigente», concedió, «pero no buscaba la palabra exacta, sino la que mejor sonaba».

Nieto leyó fragmentos de los artículos de Hoyas, señalando la humildad que podían desprender frente a «la prosa cipotuda de quien hoy solo pretende epatar». El acto concluyó con la intervención del público, que también compartió sentidos recuerdos del periodista.