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Paneles de la muestra en la primera planta de la Facultad de Filosofía y Letras. Ropdrigo Jiménez

Una exposición recuerda al marino Blas de Lezo en la Facultad de Filosofía y Letras

La muestra glosa a través de 26 paneles la historia y los principales hitos militares del militar español en el siglo XVIII

JESÚS BOMBÍN

Lunes, 1 de abril 2019, 13:08

La Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Valladolid acoge la exposición 'Blas de Lezo. El valor de mediohombre', organizada por la Secretaría General Técnica del Ministerio de Defensa con el fin de «promover la cultura de defensa y dar a conocer por toda la geografía nacional la figura y recuperar la memoria de uno de los marinos más importantes de nuestra historia naval», subrayó el delegado de Defensa de Castilla y León, Vicente González Martín.

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La muestra se articula en torno a 26 paneles fotográficos con imágenes, cartografía y textos colocados en el vestíbulo de la primera planta en los que se glosan hazañas del guipuzcoano Blas de Lezo (1689-1741), «un servidor del Estado consagrado al cumplimiento del deber por encima de cualquier dificultad; a lo largo de 39 años desarrolló una brillante carrera militar en la que su talento, fortaleza psicológica, lealtad y gran capacidad de liderazgo fueron cualidades que le acompañaron hasta su muerte», se señala en uno de los carteles.

Que en la batalla de Vélez-Málaga (1706) perdiera la pierna izquierda, la visión de su ojo izquierdo en la defensa de Tolón en 1708 y que una bala de mosquete dejara sin movilidad su brazo derecho en el asedio a Barcelona (1714) no le impidieron erigirse en una figura militar de primer orden y hombre de máxima confianza del secretario de Estado José Patiño.

Nacido en Pasajes de San Pedro (Guipúzcoa) el 3 de febrero de 1689, ingresó en la marina con 15 años, destacó por su coraje en la guerra de sucesión al participar en algunas de las principales batallas del conflicto como la de Vélez-Málgga, el socorro a las ciudades de Palermo y Peñíscola y los sitios de Barcelona y Tolón.

Las heridas de combate que le dejaron cojo, manco y tuerto no le resultaron un obstáculo para ser destinado a luchar contra la piratería en las costas de Chile y Perú o participar en las expediciones de Génova (1731) y Orán (1734). Fue en Cartagena de Indias, enclave esencial y punta de lanza del dominio español en América, donde se encargó de su defensa y llevó a cabo su principal hazaña bélica. En 1741, con solo seis navíos de guerra y no más de 3.200 hombres, defendió Cartagena frente a la flota del almirante Vernon, más de ocho veces superior en barcos de guerra y casi diez veces mayor en combatientes. «Ante la sorpresa de Vernon, quien al comienzo de la batalla había anticipado a Londres una victoria segura, Lezo infligió a Inglaterra la mayor derrota naval de su historia. Pese a la crucial intervención de Lezo para el triunfo, su enfrentamiento con el virrey Sebastián de Eslava le llevó a ser apartado de su puesto al frente de la escuadra de Cartagena de Indias», se destaca en uno de los paneles de la exposición.

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El marino moriría poco después, en 1741, invicto en toda su carrera militar, y enterrado en una tumba cuya localización se desconoce y sin el merecido reconocimiento por su entrega y hazañas. Colombia le recuerda como un héroe y la Armada honra su memoria con el nombre de un buque, la fragata F-103.

En la inauguración de la muestra participó el rector de la Universidad de Valladolid, Antonio Largo Cabrerizo; el delegado de Defensa de Castilla y León, Vicente González Martín, y José María Blanco Núñez, capitán retirado de navío de la Armada, que impartió una conferencia sobre la figura de Blas de Lezo en el salón de actos de la Facultad de Filosofía y Letras.

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