

Secciones
Servicios
Destacamos
Algo del atleta que fue y del psiquiatra que no llegó a ser le queda al director de cine Julio Medem, que vuelve a las ... salas con '8', su película «más retadora» hasta la fecha. Una historia de amor que se fragua en siete capítulos de guerra y posguerra y un perdón culminando en el octavo que cierra el bucle forman esta cinta que presentó ayer al público de los Cines Casablanca. Después, inauguró los 'Diálogos de autor' del Festival de Cortos Rueda con Rueda en el Espacio Seminci.
«No fui a ninguna escuela de cine. Empecé haciendo cortos con mi cámara super 8 a los 14 años y escribía por otro lado. Lo uní más tarde. El Gobierno vasco y la ETB lo ponían muy fácil, gracias a su apoyo salimos una cantera de directores y técnicos en los noventa. Ahora es más difícil, la gente que logra hacer un corto es por amor e idealismo. Pero es la forma de aprender», explica quien tenía claro que quería ser psiquiatra, por eso estudió medicina. Aunque en realidad atribuía a su personajes los traumas y los conflictos que aspiraba a curar.
«Cada uno encuentra su camino de una manera. Existe un Festival en Bilbao, el Zinebi. Allí presenté varios cortos y gané algunos de sus premios, los 'mikeldis'. Gracias a ellos me llamó Elías Querejeta para un mediometraje con otros siete directores, entre ellos, su hija Gracia.A partir de ahí se encarrilaron las cosas para escribir 'Vacas' y encontrar productora».
Entre su ópera prima, con la que ganó el Goya al mejor director novel, y su película en cartelera median nueve filmes, algunos cortos y la creación de su productora Alice Produce, además de una incursión en la novela y una sonora negativa a la propuesta de Spielberg para dirigir 'El zorro', recomendado por Kubrick.
El Julio guionista se siente origen y pilar de cada proyecto hasta el punto en que desconfía del Medem director, como si este no fuera capaz de «contar todo lo que quiere decir el guion». Pero «a medida que he ido cogiendo oficio, maestría, me he dado cuenta de que el director puede superar lo mejor imaginado por el guionista». Su forma de trabajar tiene algo de ese juego «les animo a hacer lo mejor que podamos imaginar, intentarlo al menos y, a veces, sale».
Aquel saltador de vallas de los setenta disfruta con los retos en su madurez. «'8' ha sido mi película más compleja, lo sabía desde el inicio pero en cada una me gusta hacer lo que nunca intenté antes. En este caso cada día de rodaje, y ha sido el más largo, era complejo porque lo hecho iba a montaje así. No había marcha atrás», cuenta el realizador que imaginó los ocho capítulos en ocho planos secuencia. «Cuando ruedas en plano y contraplano puedes corregir en el montaje, pero así había que coordinar muy bien la coreografía de actores, interpretación, movimiento, cámaras. Me siento orgulloso de lo que hemos conseguido. Así se muestra bien y con fuerza lo que queríamos».
La idea de '8' bullía en la cabeza de Medem hace mucho tiempo. «Era un bucle que se repite en ocho ratos que me asomo a la vida de los protagonistas y que entrelaza su energía y su sentida, la de Adela y Octavio, sus protagonistas».
Primero escribió el nacimiento de los protagonistas el mismo día (el de al proclamación de la II República, 14 de abril de 1931) en dos pueblos cercanos de la sierra de Madrid. «Simplemente imaginé cómo nacía Octavio, cómo corre el padre en busca del médico. Entramos tras él por una ventana y vemos cómo viene al mundo Adela. Eso me determinó el tono y fui buscando la historia».
Los dos protagonistas representan dos Españas durante ocho décadas El psiquiatra asoma de nuevo. «No lo pienso, pero me sale, debe tener algo terapéutico. En este recorrido que hago por la España que vive cada uno, se habla del cainismo emocional, no psicológico. Y me daba cuenta de que ahora estamos al revés, a punto de volver a un estado de preguerra. Y entonces surgió la idea del perdón, esto no podía acabar en guerra, los personajes había sufrido ya la suya, habían perdido a gente muy cercana a manos del otro, esa tragedia ya la habían vivido. Al llegar al capítulo siete propuse esta ceremonia del perdón a través de la historia de amor más bonita, cuando ya son mayores y, de repente, reciben lo mejor que les ha pasado en la vida».
Ana Rujas y Javier Rey son los protagonistas que accedieron a interpretar los personajes envejecidos de los veinte años a los ochenta años. «Han superado las expectativas, han logrado una barbaridad». Medem recomienda dejarse llevar por la emoción. «Digo a la gente que no la piense, que disfrute, sienta. En general estoy recibiendo comentarios de gente conmovida. El sentido de esto es emocionar, conmover y después provocar reflexión».
Ya está en el siguiente proyecto en el que vuelve al frontón tras 'La pelota vasca, la piel contra la piedra' y 'El pelotari y la fallera'. Se llama 'Jai alai' y es una serie que comienza a rodar pronto.
«El jai alai es la cesta punta que se extendió por todo el mundo y tuvo su máximo esplendor en los 80 y los 90 en Miami. Fue el deporte que concitó las mayores apuestas del mundo y empezaron a surgir las mafias que intentaron dominarlas. En ese contexto coloca la historia de un padre y un hijo que van a jugar allí y una historia de amor».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.