El regreso de Palpatine: tráiler final de Star Wars

Han pasado más de tres décadas y durante apenas dos minutos, el espectador ha recordado ese cosquilleo con el que terminó una de esas cintas que perduran en la memoria, atemporales, con las que varias generaciones se unen ahora alrededor de la pequeña pantalla -en las mil y una reposiciones- como si Harrison Ford fuese el actor moderno de entonces o la voz de Constantino Romero, en España, hubiese servido para doblar ayer mismo al malo malísimo, pese a que ahora el sonido de cada frase suya sea un pequeño homenaje con el que cueste no recordar al genial locutor español.

No es difícil entender por qué muchos han humedecido sus ojos al contemplar el último tráiler de Star Wars, de la que presumiblemente será la última película de la saga, 'El ascenso de Skywalker', convertida en despedida y cierre por obra y gracia del director J.J. Abrams.

El cineasta, en medio del huracán desde que aceptara revivir el universo diseñado por George Lucas hace cuarenta años y conciliar la visión de Disney con las expectativas de los fans más exigentes, parece haberle cogido el tono a la historia, justo ahora que se acaba.

El último vídeo de dos minutos de duración ha logrado unir pasado y presente. Emular las escenas épicas de la estación espacial 'Estrella de la Muerte', con Luke luchando con Darh Vader, en un psicodrama más allá de la batalla de láseres con tintes familiares; a ver a Rey, la nueva heroína -previsiblemente en el papel de Luke-; y al nuevo malvado

-quizá no sea así- en el papel de su abuelo, en el mismo escenario, eso sí, décadas después y con la moderna tecnología de la estación destructiva hecha añicos.

Sin embargo, el tráiler no se ha convertido en tendencia mundial por ver de nuevo a C3PO, el adorado -a veces cansino- androide de protocolo reaparecer junto a su inseparable amigo R2D2, recuperado para la causa, al igual que el peludo Chewbacca, en una escena cargada de simbolismo en el interior de la cabina de la nave más famosa y rápida de la galaxia, no. No ha sido por eso, pese a que a los más sentidos ese fotograma junto a los de la difunta Carrie Fisher, les haya devuelto a una vida anterior en el siglo pasado.

Si en el anterior vídeo, en esta tendencia marketiniana de ir desgranando las películas hasta su estreno -este previsto para el 20 de diciembre-, la maléfica risa de un viejo conocido dejaba abiertas todas las especulaciones, la publicación del último tráiler confirma todos los rumores.

En el episodio nueve de aquella inicial Guerra de las Galaxias de 1977 regresará el emperador Palpatine. Este retorno, que no ha gustado a muchos seguidores, al entender que el personaje estaba muerto y no había forma de recuperarle para la causa, también ha contribuido precisamente a despertar esa añoranza hacia la vieja trilogía para los más puristas. Su voz, su estética y, eso sí, un trono imperial que poco o nada tiene con el original en el que su maléfica majestad contemplaba cómo se desarrollaban sus oscuros planes en el universo.

Precisamente, el hilo conductor del vídeo, que cuenta con la voz de Palpatine, señala uno de los posibles finales de la saga en los que, como en sus inicios, la familia Skywalker estará muy presente.

Abrams ha tenido que salir a defender esta idea, al asegurar que «si estás viendo estas nueve películas como una historia, no conozco muchos libros en los que los últimos capítulos no tengan nada que ver con los anteriores». Y este final pretende unirlo todo, con sus luces... Y también sus sombras.