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«Te vas a meter una hostia como una catedral», le advierte Paco (Dani Rovira) a su colega David (interpretado por Raúl Arévalo) durante una conversación en San Benito. Allí también están –ligeramente apoyados en el capó de un taxi– los actores Jorge Usón y ... Raúl Jiménez, que atienden y meten baza en esta charleta entre amigos que se interrumpe cuando un micrófono se cuela en pantalla.
«¡Jirafa! ¡Paramos!», grita una voz del equipo técnico.Y la secuencia 37 queda a la espera de una toma mejor. Las calles de Valladolid –y varios de los edificios más emblemáticos de la ciudad– se convierten de nuevo, desde este lunes, en escenario para el rodaje de 'Voy a pasármelo bien', la película musical inspirada en las canciones de los Hombres G, que encara su semana definitiva antes de la claqueta final.
Las últimas cinco jornadas de grabación en Valladolid –ya rodaron más escenas en septiembre– han comenzado aquí, frente a San Benito, donde se han retirado jardineras y contenedores para ubicar una parada de taxi en la que tiene lugar el diálogo entre este grupo de amigos de la infancia.
David cuenta a su cuadrilla –«¡ole ahí los Pitus!», se animan, con ese grito de guerra que ya lanzaban de pequeños– que hace unas horas se reencontró con Layla, su amor de juventud. Ella (interpretada por la actriz mexicana Karla Souza, conocida por la serie 'Cómo defender a un asesino') se ha convertido en una famosa directora de cine. Hasta ha ganado un Oscar. Y 25 años después de aquella juventud compartida, regresa a Valladolid. Solo por unos días. «Hemos estado hablando como dos adultos», dice el personaje de Raúl Arévalo, mientras sus amigos le advierten de que vaya con cuidado.
–Haz caso a Fernando, que tiene ojo.
–Pero, qué ojo. Si se ha divorciado cuatro veces...
El director y guionista, David Serrano, está contento con esta undécima toma. «Vamos a hacer otra para el gozo y nos vamos», dice antes de volver a su puesto de mando. El sol se asoma un segundo entre las nubes y el director de fotografía, Kiko de la Rica (reciente premio Goya por 'Mediterráneo'), prefiere esperar un instante hasta que regresen las nubes.
Así que, los actores dan paseos y pegan saltitos, se enfundan por unos segundos el abrigo para desafiar al frío, les retocan los brillos, bromean entre ellos, atienden a las señales del equipo de dirección, que tiene coches embolsados al fondo de la calle para soltarlos cuando comience la grabación de la secuencia. «¡Cuadro, coches, cámara, acción!». Y se pasa de nuevo la escena.
Es la primera de esta tanda vallisoletana que les ha llevado luego al interior del Teatro Calderón, en el patio de butacas, y que les acercará este martes al Círculo de Recreo, el miércoles al barco Leyenda del Pisuerga y la librería Clares, el jueves a Fabio Nelli y el viernes al estadio José Zorrilla, la plaza del Ochavo y, ya casi de noche, la Plaza Mayor. Hay un plan B con espacios alternativos por si lloviera en los próximos días.
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Víctor Vela
Estas localizaciones se unirán al Viejo Coso, Platerías o Fuente Dorada, ya visitadas durante el rodaje de septiembre. En aquel mes, se grabaron las escenas que corresponden a la infancia de los personajes, ambientada en 1989, cuando el joven David (interpretado por Izan Fernández) se enamora de Layla, en una historia que, ya de adultos, intentarán retomar casi 25 años después.
El productor de la película, Enrique López Lavigne, ha explicado que el filme tiene como detonante una 'casette' con varios de los temas más famosos de los Hombres G. A partir de ahí, se desencadena una trama de una película que no es solo un musical, sino también «una comedia familiar y un melodrama romántico». «Valladolid por fin tendrá su 'La, la, land'», dijo López Lavigne en la presentación de la cinta, junto a David Summers, en la pasada feria de turismo Fitur.
Porque Valladolid es una protagonista más de la cinta. Durante esta semana, una comitiva de 70 personas (entre equipo técnico y artístico) ha recalado en la ciudad del Pisuerga, con el hotel Olid como centro de operaciones. Allí se preparan –vestuario y maquillaje– las cerca de 200 personas que durante estos días trabajarán como figurantes para la película.
En la secuencia de la mañana, hay varios taxistas que han participado como extras. Después, un grupo de vallisoletanos –previamente seleccionados– han vestido sus mejores galas para intervenir en el tramo de película rodado en el Calderón. Además, se ha contratado a diez personas locales para la carga y descarga, varios auxiliares de arte y producción (a través de Valladolid Film Commision) y dos enfermeros por la covid (hay que hacer pruebas de antígenos a todos los figurantes y participantes antes de rodar).
El impacto económico del rodaje en la ciudad llega también gracias al acuerdo con ocho restaurantes, que servirán las comidas del equipo (en tiempo récord, para no ralentizar el rodaje). La previsión es que el viernes concluya la filmación de una película –también actúan Roberto Álamo y Secun de la Rosa– cuyo estreno está previsto para agosto, con participación de Sony, Amazon, TVE y la vista también puesta en el mercado latinoamericano, donde Hombres G (que visitaron el rodaje en septiembre) tienen un enorme tirón.
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