Justicia restaurativa

La realizadora utiliza dos líneas. Una en la que la funcionaria dialoga con los dos aisladamente hasta que se encuentran. El hermano violó a su hermana Chloe que no está dispuesta a perdonar y que no quiere volver a verlo. El encuentro de ambos es muy duro, pero terriblemente humano. La otra vertiente es una reunión de varias víctimas de robos, atracos, etc. y los delincuentes. Son varias sesiones y los resultados, en principio, son positivos, aunque hace falta terminar el proceso.

Todo esto lo muestra la directora desde un signo: la verdad. Resultan convincentes los diálogos, y las reuniones, rodadas en un 90% en primeros planos de los rostros, en muchas ocasiones laterales. El ritmo y la integración de las dos líneas están perfectamente conseguidos. «El ser humano puede cambiar». No desde luego algún espécimen más tóxico que los presentados, aunque algo de optimismo en esta época sombría puede ser necesario.

Un reparto coral parte de esa verdad buscada. Todos los actores y actrices la respiran al hablar y al escuchar. Una lección en un tema difícil y discutible. El cine francés consigue generalmente que nos creamos sus historias serias porque tiene una base actoral que lo permite.