'Los Fabelman' de Spielberg: familia y cine

Es un filme íntimo. La familia, el matrimonio, cuatro hijos, tres niñas y un varón, Sammy. La esposa, magníficamente interpretada por Michelle Williams, es muy especial y problemática. Su relación no acaba bien y lo último que sabemos de ella es una postal con las tres hijas que envía a Sammy, su hijo. Su forma de comportarse es a la vez cariñosa y lejana en sus diálogos tormentosos, incluso con su hijo. Esa visión familiar es dura y sincera a la vez y nos dice mucho sobre las relaciones de pareja.

Sammy va al cine con sus padres y queda fascinado, imitando las imágenes del atropello de un tren en su casa. A medida que crece, va haciendo películas, de Boy Scouts, en la universidad donde tiene conflictos con algunos compañeros, en la playa. Son proyectadas con gran éxito y reciben muchos aplausos. Sus relaciones, una secuencia con una chica externamente muy religiosa no son fáciles. Como las de sus padres y de la familia. El desequilibrio emocional impregna todo el filme. En el futuro de Spielberg, sus siete hijos hablan de una vida normal, con obras maestras en su haber y una llamada al Oscar de este año.

Los propósitos de Spielberg quedan claros en su formación estética, un realismo de lo cotidiano y una producción impecable con un conjunto de actores que recrea un tiempo pasado con gran solvencia y nos revela además el tiempo presente. Estamos en una época en la que la familia está omnipresente en el cine y el teatro y Spielberg nos la ha mostrado sin ningún tipo de subterfugio.