Cuando el cineasta Florián Rey, en el año 1930, pasea su mirada y posa la cámara –para su cinta 'La aldea maldita'– en un paisaje seco, agreste, más que desamparado, «ya te da una idea de que esas sensaciones son las que van a mover ... a los personajes de la película», explica Carlos Reviriego, director adjunto de la Filmoteca Española y programador del que ciclo que, desde hoy y durante varios martes hasta febrero, analizará el reflejo que la emigración rural, el abandono del campo, el éxodo hacia las ciudades y la España vacía han tenido en el cine español de los últimos decenios.
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«Ha sido un aspecto que siempre ha estado muy presente en nuestra cinematografía. Quizá no en primera línea, pero sí que ha sido el caldo de cultivo y el poso atmosférico para muchas películas», indica Reviriego. Especialmente, para aquellas que han coqueteado con el documental y asumido una reflexión etnográfica, «antropológica incluso», que han contribuido a la construcción «de la identidad histórica y cultural española».
El ciclo que propone ahora el Patio Herreriano –las proyecciones son de entrada libre– comienza con 'La aldea maldita', aquella película que Florián Rey rodó en 1930 para reflejar las penurias de un pueblo de Castilla (el rodaje se llevó a cabo en varias localidades de Segovia) asolado por la sequía, diezmado por el éxodo hacia la ciudad y aplastado por el caciquismo. «Es la obra cumbre del cine mudo español, por su estética, por las interpretaciones, por la música». Pero, al mismo tiempo, porque el cine sonoro ya había conquistado a los espectadores y esta sería una de las últimas grandes películas rodadas sin aprovechar las nuevas ventajas que ofrecía la técnica.
Tanto en esta, como en las otras películas que conforman el ciclo 'Paisajes de una memoria ancestral', se produce una «tensión» entre la capacidad del cine para «reflejar» una situación y la intervención del cineasta a la hora de «recrearla o representarla». Es algo que, por ejemplo, se encuentra en 'Las Hurdes, tierra sin pan', el documental del año 1932 en el que Luis Buñuel «forzó o exageró determinadas circunstancias para explicar mejor aquello que quería reflejar, en un documental casi maldito a la hora de afrontar la etnografía».
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Esta cinta no forma parte del ciclo, pero sí que hay tres mediometrajes (en la tercera sesión, el 30 de noviembre) que «dialogan» con 'Las Hurdes' y se enfrentan a esa duda entre «reflejo y representación». Son 'Monegros', de Antonio Artero, 'Los montes', de José María Sarmiento, y 'La Alberca, vida y muerte'.
En este último título, Pío Caro Baroja afrontó el trabajo desde la perspectiva del reportaje, «con un operador especialista que trabaja bien con la cámara al hombro siguiendo la acción», pero también con la recreación «romántica»de varios hitos de la localidad, encuadrados entre un bautizo y un entierro. En todos estos casos, el paisaje se configura no solo como un escenario, sino como un factor clave para explicar una situación social y cultural. «Es algo que no se puede eludir. Cuando tratas de filmar la historia, las tradiciones de un entorno, el paisaje resulta fundamental», resume Reviriego.
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«Para elegir las películas he seguido un criterio claro:no tenían que haber quedado obsoletas y, por lo tanto, debían mostrar una plena vigencia desde el punto narrativo y estético», asegura el programador. Así, conviven películas recientes, como 'Longa noite' (de 2019), con clásicos como 'Surcos', que ha cumplido ya los 70 años como uno de los grandes clásicos del neorrealismo español, con una familia (los Pérez) que corta sus raíces con el pueblo confiada en que las promesas de la gran ciudad colmarían sus necesidades. Ese éxodo rural (presente de forma tangencial en buena parte de las películas del desarrollismo de los años 50 y 60) muestra sus terribles consecuencias en títulos como 'El cielo gira'. En este documental del año 2004, su directora, Mercedes Álvarez, es testigo de la extinción de Aldealseñor, un pueblo de los páramos altos de Soria, donde ya solo viven (vívan antonces) 14 habitantes.
Y además, 'El corazón del bosque', de Manuel Gutiérrez Aragón, «una de las grandes películas del cine español», que ya en el mismo título juega con la novela 'El corazón de las tinieblas' de Joseph Conrad. «Es una película nocturna, prácticamente muda, muy contemplativa», filmada en 1979 y de la que su director dijo:«Hay una concepción dominguera del bosque: un sitio idílico. Y no. El bosque, para los que viven en sus lindes, es amigo y enemigo».
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CICLO 'PAISAJES DE UNA MEMORIA ANCESTRAL'
Martes 16 de noviembre
'La aldea maldita': Película de Florián Rey, rodada en 1930. Duración:99 minutos. Todas las sesiones son con entrada libre hasta completar el aforo.
Martes, 23 de noviembre
'Surcos': Dirigida por José Antonio Nieves Conde. (1951). 99 minutos.
Martes, 30 de noviembre
'La Alberca, vida y muerte': Obra de Pío Caro Baroja. (1968)Duración 27 minutos.
'Monegros': De Antonio Artero. (1969). 21 minutos.
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'Los montes': De José María Sarmiento(1981). 35 minutos.
Martes, 14 de diciembre
'Lejos de los árboles': Jacinto Esteva (1963-1971). 100 minutos.
Martes, 11 de enero
'El corazón del bosque': Manuel Gutiérrez Aragón (197). Duración:100 minutos.
Martes, 18 de enero
'Elogio de la distancia': Felipe Vega y Julio Llamazares (2008). 90 minutos.
Martes, 25 de enero
'El cielo gira': Mercedes Álvarez (2004). 115 minutos.
Martes, 1 de febrero
'Longa noite': Eloy Enciso (2019). 90 minutos.
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