Pedro Martín-Calero, cineasta vallisoletano

«En el cine hay una posibilidad modesta de hacer que el mundo cambie un poco»

Trescientos cincuenta alumnos de primaria y secundaria de diez centros educativos del barrio vallisoletano y del laboratorio de cine participan en la II Semana Cinema Pajarillos Goya. A cada proyección le sigue un debate. Para algunos de estos espectadores es la primera vez que pisan un cine. La pantalla grande y no la del móvil, la oscuridad de la sala, las butacas... Otros tenían la experiencia del año pasado o ya habían visto más proyecciones y aguardaban expectantes la intervención de Martín-Calero antes ver su filme.

«El cine es muy difícil, una carrera de fondo, exige mucho esfuerzo y tiempo, medios, gente para conseguir contar historias... así que a los chicos les digo que persigan su pasión, que aguanten, que con esfuerzo llegan a su meta», aconsejaba el cineasta.

En su caso el éxito le llegó con su primera obra, 'El llanto', «una metáfora sobre la violencia machista a través del terror», ambiciosa para ser una ópera prima. «Hoy con un teléfono y un ordenador puedes hacer una película, aunque ciertas historias necesitan un poco más de producción a su alrededor, pero con las nuevas tecnologías cualquiera puede grabar una peli y visibilizarla luego por Internet».

A los alumnos les animó a ver mucho cine y también que «vivan la vida para poder nutrirse de cara a las historias que quieran contar». Vecino en su niñez y juventud de la calle Santiago, Martín-Calero estudió en el colegio de la Enseñanza y después en el instituto Núñez de Arce donde, reconoce, un exprofesor de matemáticas, escritor y crítico cinematográfico, Jorge Praga, le transmitió una pasión cinéfila que con los años ha convertido en su proyecto de vida profesional. «El cine como arte tiene un componente social. Hay algo ahí, una posibilidad modesta de hacer que el mundo cambie un poco; de algún modo puedes hacer pensar a los espectadores de una forma que nunca habían imaginado. El cine es una herramienta potente que poco a poco puede cambiar el debate social».

Ese espíritu latente de influir o al menos intentar cambiar «cosas que me molestan de la sociedad» guía en buena parte la temática de su producción. No quiso dar pistas sobre su próxima película más allá de que también será un 'thriller'. Aunque confesó que uno de esos asuntos que le causan malestar es la violencia y las injusticias sociales. «Hay tantas... por ejemplo la deriva política que vivimos actualmente y en la que la confrontación está tan presente en nuestro día a día... es un tema que me gustaría abordar».

No les resultó difícil a los alumnos cumplir la exigencia de apagar el teléfono móvil en la sala. El silencio dio paso a las primeras imágenes de la cinta rodadas por quien reconoce en el polaco Kieslowski uno de sus referentes. «Me impactó tanto su cine que vi de joven que sigue ahí, consciente e inconscientemente. Me he dado cuenta de que, aunque no quiera, aparece».

En la sala de los Broadway se proyectó también 'Lentejuelas', un corto que aborda conductas machistas cotidianas y ha sido rodado en el barrio de Pajarillos por alumnos del proyecto. «Si vienen al cine, ven películas que les gustan y generamos debate, ampliaremos su horizonte», señala Javier Alonso, profesor y coordinador de Pajarillos Educa, convencido de los beneficios de esta experiencia. «En Francia llevan ya treinta años con este tipo de programas; vemos que es muy importante ver la película, debatir los valores y las contradiciones que tiene, que son al final las que tenemos los seres humanos», abunda sobre un proyecto ordenado y orientado por unidades didácticas elaborado por el equipo docente.

Al visionado de 'El llanto' le seguirá este martes 'Goya, el ojo que escucha', 'Los Williams (miércoles), 'La infiltrada' (jueves) y 'Flow, un mundo que salvar' (viernes)'.