Alejandro Renedo, el vallisoletano seleccionado por la SGAE para impulsar su primera película

Sus inicios en el mundo cinematográfico y como dramaturgo comenzaron unidos a la escritura. «Hacía simulacros escribiendo novelas que nunca llegaban a ningún puerto y que terminaba por borrarlas», afirma Renedo. Fruto de la perseverancia, estudió Dirección y Dramaturgia por la Escuela Superior de Arte Dramático de Castilla y León para posteriormente viajar a Madrid para cursar Dirección Cinematográfica en la ECAM.

La noticia de ser uno de los 24 seleccionados para disfrutar de la beca que ofrece la Fundación SGAE «es ilusionante». No obstante, recuerda que «en esta profesión estamos más acostumbrados a recibir noes que síes; la oportunidad reconforta mucho a nivel laboral», confiesa el director. Este año, por primera vez, el laboratorio trabajará tres géneros diferentes de forma simultánea. Alejandro Renedo está seleccionado como participante del bloque 'Opera prima para cortometrajistas', o lo que es lo mismo, su primera película.

«Una primera película es la carta de presentación, toda una declaración de intenciones», define el vallisoletano. El filme en la que trabajara durante el laboratorio de escritura trata de abordar el abandono como forma de amor y ese «aprender a soltar». «Va a estar dirigida por mí y co-escrita junto con Eva Saiz, que escribe conmigo», esboza Renedo. Con el título 'Solo los muertos se quedan', la película tendrá una duración aproximada de 90 minutos, con un tiempo de preparación de unos diez meses.

«Espero aprovechar el impulso de tener un 'deadline' (un plazo definido) y conseguir mucho aprendizaje. Al final, los proyectos necesitan pasar por diferentes manos y ser escuchados y vistos desde otro punto de vista», señala Alejandro con ganas y expectativas en el proyecto liderado por la Fundación SGAE, que contará con el realizador Javier Rebollo, finalista al Goya al Mejor cortometraje por 'En medio de ninguna parte'. Ruben Östlund y Ulrich Seidl son sus directores referencia dentro del mundo del cine porque «saben apreciar las pequeñas cosas, la vida cotidiana y lo simple a través de la cámara», afirma Renedo.

Alejandro Renedo confiesa que tiene «un interés especial por aspectos como los tiempos muertos, la espera y retratar aquello que queda fuera de las películas». Un interés que muchas veces es consecuencia de la inspiración, que define como «algo que no se puede trabajar o crear;es una manera y una actitud para estar en el mundo». La película en la que trabajará durante los próximos meses «surgió a partir de la inspiración al ver una noticia en un periódico».

Como en todos los trabajos, la dificultad forma parte del día a día. «Tengo dificultad a la hora de trasladar un pensamiento o idea a algo tangible como es escribir en el papel. Forma parte de este trabajo. Dos de los grandes aprendizajes deben ser no coartarte, aunque lo que salga escrito sea malísimo, y ser sincero como para saber que lo que escribiste fue malo. Esa dificultad es necesaria, uno debe trabajar a veces desde la incomodidad. Si te sientes tranquilo, cómodo con lo que estas escribiendo y, sobre todo, si te resulta fácil es porque estás en un lugar común y debes correr en dirección contraria», reflexiona Alejandro.