Alcaine: «El cine está tocado del ala y quizá la pandemia le impida volar»

Alcaine (Tetuán, 1938) ofreció una clase magistral dentro del máster de cine de la UVA y, tras cuatro horas, se ganó el aplauso de los alumnos a los que recordó que para él su tarea «es un continuo aprendizaje, aún hoy sigo aprendiendo».

El 22 de marzo comienza el siguiente rodaje con el manchego, 'Madres paralelas'. La luz que busca para cada película comienza con la lectura del guion, «aunque hasta que no veo los decorados no empiezo a hacerme un esbozo de por dónde puede ir la cosa». Reconoce que es «de hacer pocas sugerencias a los directores. Este trabajo es más intuitivo».

Y el tesoro más preciado, el tiempo. «Me gustan los pintores porque tienen tiempo para pensar y preparar su tratamiento de la luz. En este oficio a lo mejor has de rodar tres secuencias en un día y tienes media hora, una hora como mucho, para preparar cada una». En cambio la digitalización ha entregado el crono a los técnicos en el montaje. «Es una gran ventaja, vemos cómo queda en el momento, no hay que esperar al laboratorio. La digitalización nos ha permitido un mayor control de la película», dice quien firmó 160 títulos en celuloide. Por no hablar de la facilidad para la distribución y la calidad de las copias que llegan simultáneamente a todos los cines de España. Entusiasta de su trabajo, lamenta que «el cine está tocado del ala y, quizá, la pandemia le impida retomar el vuelo».

Tanto él como Javier Aguirresarobe son dos de los directores de fotografía españoles más premiados. Sobre si han creado escuela o no, Alcaine lo tiene claro: «En el cine no hay mezcla generacional. Los más jóvenes no nos llaman a los mayores porque pareciera que nos podríamos apropiar de la película. Y todos seguimos trabajando con los de nuestra edad. Bueno los que seguimos, yo porque, mientras esté en forma, me llama Pedro para cada rodaje, que es uno cada año y medio. Pero creo que los demás no llaman por temor a que me de algo. Y Aguirresarobe está fuera rodando porque en España no había nada».

Rembrandt inspirador

La industria televisiva ha fagocitado al cine y Alcaine apunta que «todo el mundo está haciendo series, Álex de la Iglesia, Amenábar,... ahí es donde hay capital».

En su clase también ha habido pintura, «porque siempre da ideas sobre cómo iluminar una escena». Asiduo del Prado, donde impartió una conferencia sobre la relación entre ambos artes, encuentra especialmente motivadores los cuadros de Rembrandt. «Los italianos lo llevan a su terreno y defienden que es más importante Caravaggio, pero para mí es un pintor que varía poco, la luz es la misma en la mayor parte de sus cuadros. Sin embargo Rembrandt es distinto en cada óleo, puede proponer tonos muy distintos desde penumbra a la claridad», explica, tras proponerles a los alumnos alguna reflexión sobre 'El jardín de las delicias'. Aún no lo ha visto en su nueva ubicación en la pinacoteca nacional, bajo una luz que subraya exageradamente los rosas. Ya irá a verlo.