Secciones
Servicios
Destacamos
Los nuevos usos que impone la pandemia llevaron a que fuera un congreso académico virtual clausurado con una nutrida presencia de protagonistas sobre el escenario. La segunda edición de 'Territorios de la memoria', organizado por la Universidad de Valladolid y que durante tres días ... ha transcurrido telemáticamente se cerró ayer con la gala 'Lucha y resistencia feministas. Caminando hacia la igualdad'. Nueve premiados y otros tantos artistas pasaron por el escenario del Calderón, tomado por la policía ya que dentro estaba la vicepresidenta Carmen Calvo. El compromiso con el pasado que está por hacer fue el hilo conductor de casi todas las intervenciones.
Rosa Manzano, de Teatro Corsario, fue la presentadora de una noche con dos partes, una primera dedicada a los premios y una segunda, a la recreación artística en torno a la memoria histórica. Los reconocidos lo eran por su defensa de los derechos y libertades democráticas y su lucha por la igualdad y la reparación de las víctimas. La historiadora Mary Nash agradeció a través de un vídeo el premio que la destaca por ser la introductora de la perspectiva de género en la historiografía. Defendió un «relato histórico incluyente» y animó a «recuperar la historia de las mujeres». Lucía Sócam, cantautora que ha puesto música a muchas de las vidas conocidas a través de las excavaciones en Sevilla, cantó «para no olvidar» al final de la noche.
La palentina Esperanza Pérez fue a buscar los restos de ocho familiares y acabó exhumando centenar y medio de cuerpos. «Ya soy mayor y no puedo seguir. Cumplí con mi obligación y ahora creo que el Gobierno debe ayudar a que no haya más cuerpos enterrados en cunetas».
El historiador y profesor de la Universidad de Valladolid Enrique Gavilán subió a recoger el premio 'in memoriam' a su amigo José María Calleja. Su hermana, María Calleja, le escuchó emocionada desde un palco. Gavilán destacó «la capacidad para el compromiso» del periodista recientemente fallecido. «El compromiso, como la música o el teatro, es un juego contradictorio con el tiempo. Remite al futuro y tiene cita con el presente. Hay un jardín en Tokio que tiene quince rocas, te pongas donde te pongas siempre hay alguna que no se ve. Es una metáfora de la vida, hay gente presente a la que no podemos ver como tú. ¡Salud camarada!».
Otra mujer periodista recibió el reconocimiento del congreso, en forma de placa creada por Manolo Sierra, Carmen Sarmiento. Con una larga trayectoria informativa ligada a las poblaciones de los países más necesitados, no olvidó a las «mujeres saharauis que llevan 40 años de lucha, al resto de africanas, a las maltratadas en España, a mis compañeros de TVE y a todas aquellas que ven como su cuerpo es un campo de batalla».
El movimiento de Mujeres de Negro, llegado de La Rioja, se gestó en el franquismo cuando un grupo de ellas defendió durante tres décadas el enterramiento de los represaliados en La Barranca y acabó constituyéndose como un cementerio civil. Dos de sus representantes pidieron celeridad al Gobierno. «Los derechos humanos han de defenderse constantemente, no puede haber vidas de primera y de segunda. La verdad está ahí y si no la descubrimos se convierte en ceniza. ¿Cómo no va a poder hacer hoy el Gobierno, con todos sus medios, un décimo de lo que hicieron estas mujeres sin nada?», se preguntaron.
Cristina Almeida fue premiada por su ejercicio de la abogacía y por su militancia política. La extremeña se ganó al público con el relato de su visita al dentista y la conversación sobre los premios. Pero una vez caldeado el patio de butacas, la cofundadora de IU recordó que ayer fue el 80 aniversario de la II República y mucha gente en la calle no conoce la historia de su país. Por eso conminó a la vicepresidenta a llevar la memoria a la escuela, a la educación. «En vez de empezar por los visigodos para no llegar nunca al siglo XXI que comiencen al revés. Hay que educar en los valores de la solidaridad, conociendo a quienes lucharon antes que nosotros. En España hay peligro para la democracia si no se tiene memoria para comparar».
La cantante Rozalén también recibió la placa de Sierra por cantar las historias de su abuela a quien recordó con emoción así como al hermano mayor de aquella, que murió a los 18 años y nunca recuperaron su cuerpo. 'Justo' es la canción que habla de él y que interpretó ayer antes del ya casi himno 'La puerta violeta'. Y por último, Carmen Calvo, vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, defendió que «la memoria tiene mucho porvenir, no es posible la justicia sin conocer lo que ocurrió» y que «no hay proyecto más democrático que la igualdad», ese que integra a la mitad de la población en las mismas condiciones que el otro 50%. Recogió los guantes lanzados, prometió en breve una ley de Memoria Histórica que «mejore la de 2007» y recordó que hoy hay 114 fosas abiertas en las que se trabaja con recursos públicos. Música, palabras y danza cerraron la gala.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.