
'Palabras y palabros': cambiar de chaqueta
Un nuevo capítulo de la serie web sobre el castellano
Cambiar de chaqueta es cambiar de opinión o de partido por motivos interesados: alguien que cambia de opinión según lo que dice su jefe para estar de acuerdo con él; personas que cada año cambian de equipo... A esto se lo llama tender cambios oportunistas de opinión. Hay políticos sin principios que están dispuestos a cambiar de chaqueta y de partido sin ningún problema, con tal de mantenerse en el poder.
Chaquetero es la persona acomodaticia y versátil que cambia de ideas con facilidad y a su conveniencia, según soplen los vientos.
¿Pero por qué no se cambia de bufanda o de pantalones?
Más información
La expresión cambiar de chaqueta parte de la indumentaria como signo externo del partido o del bando al que se pertenece, como ocurría sobre todo en las batallas para ser fácilmente reconocidos los de un mismo ejército y evitar confusiones peligrosas. La forma particular de manifestar en la casaca el partido y la tendencia a la que se sirve da base a la metáfora que identifica el partido con el color y la forma de su chaqueta.
Sobre esta metáfora se construye la expresión que habla de un cambio de chaqueta y se refiere a un cambio de ideas o, al menos, de partido o bando.
A veces la camisa puede ocupar el lugar de la casaca: la azul de los falangistas, la negra de los fascistas italianos, la parda de los nazis alemanes e incluso los descamisados peronistas de Argentina.
Aunque no es necesario buscar en guerras pasadas, el origen de esta expresión, que expresa un comportamiento tan frecuente, bien pudo surgir de esas batallas en las que los desertores, para no ser reconocidos si alguien los descubría, se volvían del revés la casaca que los delataba.
Pero ya entre los romanos se decía modo palliati, modo togati (ya vestido con palio, ya con toga), para indicar que una persona cambiaba fácilmente de opinión. El pallium era el manto griego; la toga era el vestido nacional de los romanos.
En el Diccionario de Autoridades (1726-1739) encontramos la expresión volver casaca, que significa «dejar el partido de uno y seguir el contrario. Está tomado de los soldados que, cuando desertan, vuelven las casacas lo de dentro afuera por no ser reconocidos».
En la época de la reforma luterana (siglo XVI), los partidarios de cada tendencia se distinguían de los demás por el color externo de sus chaquetas. Solo con ver de qué color vestían ya se los podía asociar a sus creencias políticas y convicciones en general. Lo que ocurría es que el forro interior de dichas chaquetas solía ser de un color diferente al exterior, por lo que más de uno en alguna ocasión en la que quería pasar inadvertido (o no quería llamar la atención o ser visto), o en un momento en el que estaba en un entorno hostil (un entorno que no le era favorable) giraba su chaqueta dejando el forro por fuera, escondiendo así su auténtica convicción. Por a aquel que en un momento determinado cambia de opinión según las circunstancias se le dice que cambia de chaqueta (porque es como si quisiera ocultar sus verdaderas creencias o pensamientos por conveniencia).
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.