Rafael Santandreu o cómo reeducarse para la felicidad

Reeducarse a uno mismo para ser feliz… ¿es posible en cualquier momento y en cualquier circunstancia de la vida? La respuesta es que sí. Se trata, simplemente, de ser conscientes de que las montañas no son otra cosa que la suma de muchos granitos de arena. Y de no permitir, día a día, que esos granitos hagan montaña. Lo dicen los ensayos clínicos del psicólogo y escritor Rafael Santandreu. Y lo recoge su último libro, titulado precisamente 'No hagas montañas de granos de arena', publicado por Grijalbo. Una experiencia que será compartida con los asistentes a la próxima edición del Aula de Cultura de El Norte de Castilla, con el patrocinio de la Fundación Vocento, que tendrá lugar mañana martes 15, a las 19:30 horas, en el Círculo de Recreo de Valladolid.

«Somos esclavos de nuestra mente», afirma Rafael Santandreu, quien asegura que al menos un treinta por ciento de las enfermedades que tratan en la consulta de los médicos son psicosomáticas, es decir, producidas por nuestra propia mente, por lo que a través de la psicología son fácilmente prevenibles. «En una gran cantidad de migrañas, dolores de espalda que incluso se llegan a operar, no hay ninguna lesión, nada que tratar médicamente. Es la mente, que se ha vuelto híper-protectora y están lanzando dolor para que te protejas».

Para Santandreu, cualquier tarea de la vida puede resultar fácil de acometer si se utiliza el método adecuado. El psicólogo, que suma ya más de 1,5 millones de ejemplares vendidos de sus diferentes libros, centra su trabajo en este nuevo título en cuatro aspectos de la vida que preocupan a una buena parte de los ciudadanos y que permiten obtener grandes cambios mediante una orientación adecuada del problema: tener éxito social, adelgazar, conseguir o mantener una pareja feliz y superar un duelo. Mientras que las personas felices o satisfechas han aprendido a hacer de cada una de estas tareas un reto razonable, apetecible y hasta divertido, para el resto, que sigue siendo mayoría, cada meta se convierte en una verdadera lucha, que termina siendo agotadora y, como consecuencia, frustrante. «El problema –asegura– es que no utilizan su mente a favor, sino en contra».

«La vida, dice, es algo parecido al juego de la soga, en el que dos equipos tiran de los extremos de una cuerda. Para adelgazar, por ejemplo, la mente de la persona tira armada de unos argumentos saludables, pero otra parte de su mente tira con otros no saludables… Nosotros, en vez de eso convencemos al otro equipo para que se pase a nuestro lado. Y el juego se resuelve de golpe».

• Temas
• Aula de Cultura de El Norte de Castilla
• Sociedad
• psicología