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Pilar de Valderrama se reivindica más allá de la 'Guiomar' de Antonio MachadoEn torno a la legendaria figura de la Guiomar de Antonio Machado se ha generado un halo de misterio y casi de icono literario, tras cuya identidad, según reveló cerca del final de sus días, afirmaba esconderse Pilar de Valderrama. A partir de los textos recogidos en 'Sí, soy Guiomar', su nieta, Alicia Viladomat, ha conformado 'Pilar de Valderrama. Memorias de un gran secreto'; una reedición de aquel texto que la autora presentó este jueves en el Círculo de Recreo, en un acto enmarcado en la serie de actividades del Aula de Cultura de El Norte de Castilla, patrocinada, una vez más, por la Fundación Vocento.
«El libro recorre los veinte años que Pilar de Valderrama pasó junto a Antonio Machado», describió Carlos Aganzo, director de Relaciones Institucionales en El Norte de Castilla. Aquellas memorias, que no vieron la luz hasta 1981 en la autobiografía ya mencionada, vienen ahora recreadas en este texto, al que acompaña una exposición inédita sobre Valderrama, 'Gabinete bibliográfico', ubicada en el Instituto Cervantes de Madrid y conformada por varios documentos hallados en el archivo de Viladomat. «Se podrá ver cómo era la vida de esta mujer, qué utensilios usaba, con quién se carteaba de las Generaciones del 27 y del 98», enumeró la nieta.
«A través del hilo conductor de este libro recorro casi cien años de la historia de España», explica. La obra añade doce capítulos escritos por la propia Viladomat en torno a cómo era su relación con su abuela, con quien vivió hasta los veintidós años: «Doy una visión personalizada de cómo era su vida, de cómo era esa señora, y cómo considero que fue aquella relación sobre la que nadie había hablado», señaló. «El objetivo es acercar esta figura a las personas más jóvenes».
«Gran parte del libro reivindica la figura de Pilar de Valderrama, más allá de la 'Guiomar' de Machado, una escritora importantísima para su época», recalcó Aganzo. Poemas, memorias y una visión de Palencia y de Castilla se lucen delante del talento literario de la escritora: «Era una zona que olía mucho a jara, donde podíamos pasar los meses de vacaciones en puro campo con las hijas de tractoristas y guardeses», evoca. «Fueron tiempos muy diferentes que despiertan una añoranza positiva y que se vuelca en el libro con tanta ilusión que parece un manual de conducta».
Entre las cartas que Pilar de Valderrama intercambió en vida; destacan las de Jorge Guillén o Heliodoro Carpintero, «quien más las convenció de que escribiese sus memorias», detalló Viladomat. De entre los muchos misterios que se esconden, y se desvelan, en el libro, luce uno de un cuadro; 'Antonio Machado y su musa', en el que se ve al poeta junto a Pilar de Valderrama, con la inscripción 'Leandro Oroz, 1924'; una fecha que no coincide con el primer encuentro entre ambos en 1928. «En ese capítulo desgrano la verdadera relación entre ellos a partir de los documentos que me he ido encontrando», anticipa.
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