Sergio del Molino, escritor
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Sergio del Molino, escritor
«Pareciera que en Europa siempre duerme una fuerza totalitaria, como la lava de un volcán»El Norte
Valladolid
Jueves, 19 de diciembre 2024, 10:53
Es, sin duda, una de las voces del momento. En sus artículos y sus intervenciones en la radio, pero sobre todo en su literatura. Su ensayo sobre 'La España vacía' abrió en su momento un debate que hoy se sitúa en el centro de la actualidad social y política española. Periodista y escritor, tras cerca de una veintena de libros la última novela de Sergio del Molino (Madrid, 1979), 'Los alemanes', ha resultado ser la flamante ganadora del Premio Alfaguara de Novela 2024. Una historia que trae a España la peripecia de una familia descendiente de alemanes que se entregaron a las autoridades españolas de Guinea, desde Camerún, tras la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial. El autor y su novela 'Los alemanes' serán los protagonistas de la próxima edición del Aula de Cultura de El Norte de Castilla, que se celebrará este jueves 19, a las 19, 30 horas, en el salón de actos de la Academia de Caballería.
¿Quiénes fueron aquellos alemanes 'misteriosos' que llegaron desde Camerún hasta una ciudad como Zaragoza y de qué modo impactaron en la sociedad de su tiempo? «Ellos fueron los colonos y administradores de la colonia alemana de Camerún, establecida en 1884 y desaparecida en 1916, cuando los franceses y británicos la conquistaron. Estos alemanes huyeron por la frontera con la Guinea Española y fueron acogidos por España. Unos pocos cientos acabaron en Zaragoza porque estaban bajo jurisdicción militar, y una vez terminada la guerra, se quedaron en la ciudad e influyeron mucho en su devenir, creando vínculos entre las élites y el régimen nazi a partir de 1933. Sus huellas siguen vivas en la ciudad: en el cementerio alemán, en algunos comercios como la cadena del Tinte de los Alemanes y en otras instituciones…», asegura Sergio del Molino.
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¿Y hasta qué punto, como se aborda en la novela, los descendientes de aquellos alemanes que trabajaban para los nazis pueden considerarse hoy todavía herederos de las 'culpas' de sus padres y abuelos? «Legal y éticamente, en ningún caso –afirma Sergio del Molino-. Pero cuando uno piensa en su vida, necesariamente debe pensar en quiénes fueron y qué hicieron sus padres y sus abuelos, ya que sus vidas, con sus aciertos y sus crímenes, nos conforman. No podemos dar la espalda a lo que nos constituye. Y eso no nos obliga a asumir culpas que no son nuestras. Si nuestro padre fue un criminal, no debemos pagar por sus crímenes, pero sí a comprender que el destino es una fuerza insoslayable y que somos mucho menos dueños de nuestras vidas de lo que creemos y que la historia es la sustancia de la que estamos hechos, tan orgánica como las células o la sangre». ¿Y lo que vale para una persona con respecto a sus padres vale para un ciudadano con respecto a lo que hizo su país en el pasado? «Pasa un poco lo mismo. No se puede imputar a los alemanes o a los españoles de hoy las matanzas y atrocidades del ayer, pero tampoco podemos fingir que vivimos en un presente sin historia o que la sociedad que tenemos hoy no es deudora de la de ayer. Esto obliga a un ejercicio de debate y memoria constante en el que no sólo participan los historiadores. Es una reflexión colectiva y mutante que se da en muchos niveles, que trasciende con mucho la política de corto plazo y en la que la literatura y el arte tienen mucho que aportar. Esa discusión es la esencia de la democracia, y no concluye nunca ni ofrece una solución satisfactoria y definitiva para nadie», dice el autor de 'Los alemanes'.
Sobre el posible vínculo de aquellos alemanes de hace cien años con los movimientos nazis o con la actual ultraderecha española y europea, Sergio del Molino asegura: «No todos fueron nazis ni se implicaron igual en la tragedia. En el libro fabulo con un hilo subterráneo, pero no hay pruebas que vinculen a los nazis históricos con los neonazis o con los movimientos de ultraderecha contemporáneos. El vínculo parece más metafísico que de continuidad política: pareciera que en Europa siempre duerme una fuerza totalitaria, como la lava de un volcán, y a veces está en reposo e invisible y otras, como en estos tiempos, erupciona y amenaza con llevarse la democracia por delante».
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