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Hace ya más de una década que Planeta dejó de publicar enciclopedias, pero durante un tiempo fueron una de las ideas geniales de un grupo editorial caracterizado por su capacidad para «pensar fuera de la caja» y concebir ideas fuera de lo común, según explicó ayer Pablo Lara, nieto del fundador y actual director de la división educativa del grupo.
En el marco de una nueva edición del Aula de Cultura de El Norte, con el patrocinio de la Obra Social La Caixa y Fundación Vocento, Lara explicó que el éxito de las famosas enciclopedias, que se vendían a crédito, radica en que «se convirtieron en un símbolo de estatus: tener una en el salón te hacía más culto». Y añade: funcionaban como «un símbolo tranquilizador de conciencia».
La llegada de las enciclopedias online, con Wikipedia a la cabeza, acabó «de un día para otro», con una de las ideas novedosas que salpican la trayectoria del grupo Planeta. Otras fueron el inicio de la venta de libros a domicilio, o la venta por fascículos «algo inconcebible en su momento y que se convirtió en un boom».
Ninguna de estas líneas de trabajo se mantiene, no así la otra idea genial de Planeta: su concurso literario, que no sólo sigue vivo, sino que se mantiene en plena forma en cuanto a capacidad para generar expectación, como ha demostrado el caso de Carmen Mola y 'La bestia'.
Hoy, en un país donde se convocan 3.500 concursos literarios cada año, puede costar apreciar la originalidad, pero en 1952, cuando surgió, no había ninguno. Y fue necesario aguantar el tipo al principio, pues la idea no triunfó a la primera.
Pablo Lara reconoce que su abuelo, José Manuel Lara Hernández, el fundador de Planeta «se hizo editor por necesidad; no tenía una especial vocación». Quería montar un negocio con el que ganarse la vida y, tras probar con otras actividades -como las academias- decidió comprar una editorial: Tartessos. «Aunque no le fue bien al principio, le gustó y decidió continuar», asegura su nieto. En parte, quizás, por una razón que Pablo Lara sugirió: «se arrepentía de no haber sido más leído y culto». Esta realidad personal, unida a su gran intuición y empatía, quizás fueran esenciales en su forma de concebir una editorial pujante.
Lara explicó también que tras la muerte de su abuelo tomó las riendas su padre, José Manuel Lara Bosch, que realizó sus propias aportaciones al grupo. Idea suya es la apuesta por los medios informativos, y por la televisión (Antena 3 y la Sexta) y lo audiovisual, así como el mundo universitario y formativo.
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