![Herrero: «La modernidad valora lo que brilla, no lo que tiene poso»](https://s2.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202107/15/media/cortadas/aulabuena-kgfF-RkacFsmYgpOUdnnVcQZvqRL-1248x770@El%20Norte-ElNorte.jpg)
![Herrero: «La modernidad valora lo que brilla, no lo que tiene poso»](https://s2.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202107/15/media/cortadas/aulabuena-kgfF-RkacFsmYgpOUdnnVcQZvqRL-1248x770@El%20Norte-ElNorte.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
El gran drama de la despoblación, de eso que ha dado en llamarse la España vaciada, es la pérdida de la cultura campesina que le ha acompañado. Así lo manifestó ayer el poeta soriano Fermín Herrero en una nueva sesión del Aula de Cultura de El Norte. El problema es que hemos perdido incluso la capacidad de percibir lo olvidado porque «la modernidad sólo valora el trampantojo, lo que brilla, no lo que tiene peso». Y esa cultura perdida, basada en ciclos de la naturaleza y del campo lo tenía.
El abandono de lo rural y la pérdida de las palabras que nombraban su realidad y su cultura fueron dos temas clave en la conversación que mantuvieron Herrero y el también poeta Carlos Aganzo, en una sesión del Aula de Cultura que en esta ocasión se celebró fuera de Valladolid, en el Palacio Ducal de Medinaceli, gracias a la colaboración de la Fundación DeArte y al patrocinio de la Fundación La Caixa y la Fundación Vocento.
«Soria se ha convertido en el epicentro de la despoblación. La mayor parte de la provincia está sumida en un colapso demográfico absoluto», aseguró Herrero, quien reconoció, no obstante, que esta realidad de silencio, espacios vacíos y abandono «favorece la poesía». Y es que, a su juicio «la poesía anda suelta por la naturaleza y los campos de Soria».
El campo está condenado al éxodo desde el siglo XIX, con los inicios de la industrialización, opina el poeta soriano, pero a diferencia de lo que ocurrió en otros países europeos durante los años sesenta y setenta «aquí el franquismo no hizo ningún esfuerzo por frenar ese éxodo» y no ayudó a conservar los núcleos rurales. «Fue una desbandada que, además, coincidió con la mecanización del campo, de modo que no había posibilidad de vuelta atrás». Ahora, a su juicio, poco más se puede hacer que intentar sostener a las cabeceras de comarca.
Como consecuencia de ese proceso, el agricultor se convirtió en un industrial del campo, y dejó de ser un campesino. Y esta transformación, con lo que suponía de pérdida cultural y humana, fue detectado por muchos literatos. «No son sólo Delibes o Llamazares los que se han ocupado de este fenómeno. No es verdad esto. Toda la literatura de la posguerra es un intento de recuperación y de memoria», asegura Herrero. Y cita como ejemplos al leonés Ramón Carnicer, al Camilo José Cela de 'Viaje a la Alcarria', o a los escritores sorianos Avelino Hernández y Abel Hernández. Por no hablar de José Jiménez Lozano, «el escritor más importante del siglo XX», y su esfuerzo por levantar palabras vivas que se proyectaban más allá de sí mismas.
Lo que todos esos escritores intentaban salvar era una cultura. «Esa pérdida es literariamente terrible. No sólo por las palabras que desaparecen, y que hacen que muchas obras, sin ir más lejos las de Delibes, hoy ya no se entiendan sin acudir al diccionario. Lo peor es que también se ha perdido el lenguaje, la forma característica de articular la expresión», explica el poeta soriano. «Lo que caracteriza al castellano es una manera senequista de expresarse. Un lenguaje a base de sobreentendidos y elipsis, que se vivía de forma natural. Y todo eso se ha perdido. Y hemos ido hacia una estandarización. Hoy un joven de Soria habla, en términos generales, prácticamente igual que uno de Minnesota».
Aganzo apuntó que este fenómeno tiene que ver con la pérdida de la conexión con los ciclos naturales y del campo, que solían nutrir de referencias a las metáforas de escritores como Santa Teresa o San Juan de la Cruz. Herrero estuvo de acuerdo. «Lo que se ha perdido es la capacidad de nombrar la realidad. Y es porque ya no hay necesidad, porque la vida se ha vuelto virtual».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.