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fernando conde
Miércoles, 14 de julio 2021
Si en el pasado siglo hubo dos Españas tan contrapuestas como absurdas, dos España que hoy algunos pretenden resucitar con idéntica estupidez, lo que hoy de verdad hay son dos Españas desiguales, distantes, estancas y que juegan a no reconocerse mutuamente. Pero no son aquellas de nuestros abuelos, sino tan solo una España urbana y una España rural, o como hemos convenido desde Sergio del Molino, esa España vacía y la otra.
Pero esa España vacía, que en Castilla y León lo es por hectáreas, a miles, es al decir de Miguel Tugores, galerista y presidente de la Fundación Dearte, una España no tanto vacía como vaciada, porque «en este país ha primado la economía industrial y de servicios de los grandes núcleos urbanos. En nuestra sociedad han imperado los valores del consumo (tener/consumir/gastar), y el sistema de crecimiento desorbitado. Y la consecuencia ha sido el éxodo rural y el consiguiente hacinamiento en pisos o, incluso, chabolas». Un sentimiento que comparte en gran medida el poeta y ensayista Fermín Herrero, soriano de nacimiento, para quien «la despoblación del campo no tiene solución en muchas zonas de Castilla, porque en ellas se ha producido lo que técnicamente se llama demostasia, de por sí irreversible. Lo único que se puede hacer, como mucho, es intentar salvar las cabeceras de comarca. Al parecer, según asociaciones y partidos políticos de todo signo, hay medidas al respecto, pero estos cuentos los hemos oído muchas veces. En fin, seamos optimistas, que es lo que se lleva», asevera con acerada ironía.
Tugores, que un día decidió trocar su vida madrileña, al frente de la galería Bennassar, por la tranquilidad de Medinaceli, una joya soriana siempre por descubrir y que acogerá mañana en su Palacio Ducal, a partir de las 20 hrs, la próxima sesión del Aula de Cultura, en colaboración con el Hay Festival y Fundación Dearte, cree sin embargo que, «aunque no de manera decisiva, el arte y la cultura pueden contribuir de algún modo a mejorar la situación. La cultura es guía y consuelo. También el arte. Son parte de la solución. Pero la repoblación hay que verla como un todo combinado: viejos oficios y nuevas profesiones; las antiguas viviendas rehabilitadas y las nuevas; las últimas tecnologías aplicadas al campo y las artesanales, en convivencia... El turismo de naturaleza, histórico, cultural, etc.». A lo que el poeta añade, un poco como denuncia, a partir de un sutil matiz de escepticismo conceptual: «en verdad ya no se sabe qué es la cultura. La cultura derivada de la civilización campesina, que venía desde Mesopotamia, ha desaparecido».
De todo esto se hablará en la sesión de mañana del Aula que, con el patrocinio de Fundación laCaixa y Fundación Vocento, podrá seguirse en directo u online en la web de El Norte de Castilla.
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