Antonio Colinas: «Tendemos a intelectualizar la poesía y hay que airearla»

Antonio Colinas ofrecerá en el recital un recorrido antológico «muy sintético» de su poesía, que intuye muy en sintonía con la música que hace Germán Díaz, «pues es una poesía de la emoción, de silencios, intensa y, bueno, no siempre es fácil complementar la palabra con las otras artes, pero cuando se logra, como espero que así sea, el resultado suele ser muy bueno».

El poeta leonés dividirá su recital en dos partes, dedicada la primera de ellas a sus poemas más emblemáticos y la segunda a la lectura de algunos inéditos que ha escrito últimamente, uno de ellos a raíz de la publicación del libro homenaje Bajo las raíces, en el que 54 escritores rinden tributo a la obra Sepulcro en Tarquinia. «Es un poema muy atmosférico que me remite a la Italia de aquellos años, y leeré algunos poemas de atmósfera teresiana que he escrito últimamente con ocasión del V centenario del nacimiento de Santa Teresa».

Cuenta Antonio Colinas que en esta ocasión también leerá algún poema de la serie Llamas en la morada, la última sección de Canciones para una música silente, su último libro publicado hasta el momento. «La escritura poética, como el recitado, es una marcha hacia el silencio, el lenguaje se va condensando, por eso seguramente en el recital mis poemas den paso a la música, que quizás sea la poesía sin palabras».

Asegura que cada vez que le piden que participe en una lectura poética le resulta más difícil seleccionar a qué poemas pone voz y cuales descarta. «He publicado 16 libros de poemas, es casi medio siglo de escritura y me resulta difícil seleccionar. Y luego son muchas las voces que hay dentro de mi voz. En el último libro, que tiene ocho secciones, aparecen ocho de mis voces, como el mundo de oriente, la tierra del origen, nuestros territorios de la comunidad, temas humanos de la realidad, el mundo mediterráneo que he sentido siempre muy cerca, en definitiva, siempre he de ser obligadamente selectivo en estos actos y por tanto apostaré por poemas emblemáticos e inéditos».

Le alegra que se organicen recitales, «pues son una experiencia también muy especial para quienes escuchan, porque tendemos a intelectualizar la poesía y hay que airearla y decirla en voz alta. Los recitales son siempre útiles; en la América hispana son actos masivos y nosotros hemos perdido esa comunicación en voz alta».