Da Vinci y su perspectiva óptica de origen musical

Saura lleva décadas construyendo los instrumentos ideados por Leonardo, tanto los reales como los proyectados sobre papel. «Leonardo aporta tres nuevos instrumentos pensados para las fiestas», explica Delgado. «El órgano de papel, para ser tocado caminando, con un teclado vertical (como un acordeón) y con una fuente de alimentación ininterrumpida, para que el músico pudiera tocar entre las mesas.La viola organista, de cuerda frotada, que se colgaba el músico como un mandil y a través de un sistema de poleas se tocaban hasta diez notas. Y el órgano de agua, no el de la Roma Antigua, sino otro en el que el chorro batiente sobre cada tubo sonaba distinto según entraba y salía agua».

Luis Delgado y Saura grabaron varios discos hace tres lustros con estos instrumentos que han llevado en gira por todo el mundo. Saura, incitado por el pianista y organista Antonio Baciero, comenzó a indagar en la perspectiva de 'La última cena', «que no es tan sencilla porque no sigue un patrón de proporción matemática», apunta Delgado. «Yse da cuenta de que coincidía con la escala de armónicos naturales. Allí donde escala otro armónico, Da Vinci coloca un objeto, un tapiz, una señal visual».

Saura apunta afirmaciones del propio artista: «Yo doy los grados de las cosas opuestas al ojo como el músico los da de las voces opuestas al oído», «Y si dijeras que la música está compuesta de proporciones, esto mismo he seguido yo en la pintura como me verás».

Los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial acabaron con esa iglesia, quedando en pie tan solo la pared del mural de Da Vinci. Entre 1999 y 2020 fue restaurada por la especialista Pinin Branvilla.