Mercedes Vizcaíno, con su 'rolleiflex', en la sala del Teatro Zorrilla. Alberto Mingueza

La utopía analógica de Mercedes Vizcaíno

La fotógrafa manchega muestra en la sala del Teatro Zorrilla de Valladolid una veintena de imágenes que ponen de relieve la belleza de lo cercano

Victoria M. Niño

Valladolid

Miércoles, 28 de junio 2023, 18:17

Disfruta del arcaísmo de revelar sus propias fotos. Cuando fotografiar se ha convertido en fotocopiar la realidad de manera indiscriminada e infinita, Mercedes Vizcaíno se obliga a considerar muy mucho cada disparo, cada intento tiene su precio. Preparación de la imagen, concentración en el trabajo ... y luego, la sorpresa en la cubeta de líquidos que la fija en el papel. Ese es su proceso de creación y su tema, 'Utopía', título de la exposición que puede verse en la sala del Teatro Zorrilla hasta el 13 de agosto.

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Una veintena de imágenes en blanco y negro expresan la utopía de Vizcaíno a través de enseres fuera del tiempo –botijo, carro, cesto, la máquina de coser Singer–, de la infancia –tiempo de «inocencia», antítesis de la «sofisticación» que rechaza–, de situaciones congeladas. «Huyo del plástico y de los anuncios, reflejo materias nobles, creo que son más fotogénicas», explica quien retrata la sencillez de la materia sin pedir más sentido que la belleza. «No pienso demasiado lo que hago, sino que busco la imagen. Luego me llaman la atención los demás sobre mi trabajo con consideraciones que ni había imaginado », explica Vizcaíno.

'El té' fue su primera foto, en 2009, cuando comenzó a pasear su 'rolleiflex' tras quedar fascinada por la mirada vertical a su visor y el revelado. «Se me quemó el negativo», recuerda, y se quedó en un cuarto de la imagen que perseguía.

Una niña lee en un desván, otra sopla un diente de león, una mujer toca el acordeón sobre la carrocería de lo que fue un coche, otra sueña sobre un capote en una ventana de Las Ventas. Trabaja en dos líneas, la 'utopía' y la 'sociología', aunque esta segunda no hace pública porque «si alguien se acuerda de mi trabajo, prefiero que me identifiquen con una línea». Mira el mundo a través de esa lente, siempre le acompaña su cámara. «Es fácil encontrar materiales de revelado porque hay bastante gente que ha vuelto a la fotografía analógica. Lo que ocurre es que al ser artesanal y requerir más tiempo, acaban abandonando», cuenta la fotógrafa.

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